JOSÉ A. DE LA OSAdelaosa@granma.cip.cu
Es ciencia constituida: el cáncer de laringe —esa estructura móvil que tiene como funciones primordiales la respiración, la producción de la voz y la deglución— es mucho más frecuente en las personas que fuman y beben en exceso, y este riesgo se incrementa cuando se combinan estos malos hábitos.
No dudarlo: ante una ronquera de más de 15 días, acudir con prontitud al especialista.-Doctor Pedro Javier Contreras Álvarez.
Pero bien entendido, en el momento actual, ante los avances científico-técnicos, el cáncer no se convierte necesariamente en "larga" ni "penosa" enfermedad. En cualquiera de sus localizaciones es un padecimiento prevenible en algún grado, que puede ser atendido y es curable en un alto porcentaje, fundamentalmente cuando la lesión se diagnostica en sus primeras etapas de desarrollo.
El tabaquismo, precisa ahora el doctor Pedro Javier Contreras Álvarez, se asocia al 95% de los carcinomas de vías aerodigestivas superiores. Existe una correlación entre la intensidad de ese hábito y la incidencia de tumores. El alcoholismo por su parte también está presente en la gran mayoría de los enfermos con padecimientos de tumores de cabeza y cuello.
El doctor Contreras es especialista en Medicina General Integral y en Otorrinolaringología (garganta, nariz y oído) del Hospital Universitario Calixto García, de Ciudad de La Habana, y está próximo a concluir una Maestría en Infectología.
—¿Qué otras causas podrían darle origen?
—Algunas afecciones como la papilomatosis laríngea, las leucoplasias y las laringitis crónicas. Existen asimismo riesgos profesionales en trabajadores vinculados a minerales y metales como asbesto, cromo, amianto y níquel, principalmente.
—¿Es frecuente en nuestro país esta localización tumoral?
—Los tumores malignos, en cualquier localización, ocupan en Cuba la segunda causa de muerte en todas las edades. En el sexo masculino la incidencia del cáncer de laringe se sitúa en cuarto lugar, precedido por los de pulmón, piel y próstata, según el Anuario de Salud 2008. En los últimos años se viene registrando un incremento de la incidencia en el sexo femenino debido al aumento de los hábitos tóxicos en la mujer (léase fumar y beber en exceso).
—¿A qué edad como promedio suele manifestarse?
—Se ve por encima de los 40 años, con una mayor incidencia entre los 55 y 65 y una edad promedio de 59 años para el hombre y 62 para la mujer. Existe una tendencia a su presentación en edades más tempranas de la vida.
—¿Ante qué primeros signos y síntomas resulta esencial solicitar atención y a qué especialista acudir?
—Los signos y síntomas estarán en dependencia de la localización laríngea del tumor. El más frecuente es la disfonía (ronquera), aunque se pueden presentar molestias al tragar (odinofagia), dolor de oído reflejo (otalgia). Otros síntomas más tardíos son la disfagia (dificultad para tragar), la obstrucción laríngea y aumentos de volumen en el cuello. Los pacientes deben acudir a la atención primaria de salud ante la presencia de estos síntomas para recibir las orientaciones necesarias y, de requerirlo, serán remitidos a la consulta de Otorrinolaringología.
—¿Qué medios se utilizan para el establecimiento del diagnóstico?
—Empleamos el método clínico, con el apoyo de la Endoscopía, equipos de Imagenología, y la Anatomía Patológica. Por ejemplo, el examen físico con laringoscopía indirecta (proceder para la exploración de la laringe y partes inmediatas de ella) permite evaluar la localización y extensión del tumor. La biopsia de la lesión posibilita la confirmación del diagnóstico clínico.
—¿Cuáles son los tratamientos de elección en estos pacientes?
—Dependen del estadio en que se encuentra la enfermedad y de la localización del tumor. Dentro del arsenal terapéutico con que contamos está la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia, que empleamos de forma independiente o combinada para la obtención de los mejores resultados.
—¿Y el pronóstico?... ¿Es posible curar?
—El pronóstico también estará en dependencia de varios factores. Pero es importante subrayar que el diagnóstico precoz de la enfermedad favorece el tratamiento y posibilita en muchos casos lograr la curación.
—Si partimos de la responsabilidad con nuestra propia salud, ¿tendría algún mensaje que transmitir?
—Decir que, ante los primeros síntomas, debemos acudir al médico. Pero quisiera recalcar, sobre todo, las consecuencias a largo plazo del tabaquismo y la ingesta de grandes cantidades de alcohol. Está científicamente probado, también, que quienes fuman y además beben están expuestos a un riesgo elevadísimo de cáncer de laringe.
—Dejo abierta esta pregunta para un comentario que valore esencial.
—Todo paciente que presente una ronquera (disfonía) de más de 15 días debe ser valorado en la consulta de Otorrinolaringología.