sábado, 29 de mayo de 2010

Cáncer de laringe


JOSÉ A. DE LA OSAdelaosa@granma.cip.cu
Es ciencia constituida: el cáncer de laringe —esa estructura móvil que tiene como funciones primordiales la respiración, la producción de la voz y la deglución— es mucho más frecuente en las personas que fuman y beben en exceso, y este riesgo se incrementa cuando se combinan estos malos hábitos.
No dudarlo: ante una ronquera de más de 15 días, acudir con prontitud al especialista.-Doctor Pedro Javier Contreras Álvarez.
Pero bien entendido, en el momento actual, ante los avances científico-técnicos, el cáncer no se convierte necesariamente en "larga" ni "penosa" enfermedad. En cualquiera de sus localizaciones es un padecimiento prevenible en algún grado, que puede ser atendido y es curable en un alto porcentaje, fundamentalmente cuando la lesión se diagnostica en sus primeras etapas de desarrollo.
El tabaquismo, precisa ahora el doctor Pedro Javier Contreras Álvarez, se asocia al 95% de los carcinomas de vías aerodigestivas superiores. Existe una correlación entre la intensidad de ese hábito y la incidencia de tumores. El alcoholismo por su parte también está presente en la gran mayoría de los enfermos con padecimientos de tumores de cabeza y cuello.
El doctor Contreras es especialista en Medicina General Integral y en Otorrinolaringología (garganta, nariz y oído) del Hospital Universitario Calixto García, de Ciudad de La Habana, y está próximo a concluir una Maestría en Infectología.
—¿Qué otras causas podrían darle origen?
—Algunas afecciones como la papilomatosis laríngea, las leucoplasias y las laringitis crónicas. Existen asimismo riesgos profesionales en trabajadores vinculados a minerales y metales como asbesto, cromo, amianto y níquel, principalmente.
—¿Es frecuente en nuestro país esta localización tumoral?
—Los tumores malignos, en cualquier localización, ocupan en Cuba la segunda causa de muerte en todas las edades. En el sexo masculino la incidencia del cáncer de laringe se sitúa en cuarto lugar, precedido por los de pulmón, piel y próstata, según el Anuario de Salud 2008. En los últimos años se viene registrando un incremento de la incidencia en el sexo femenino debido al aumento de los hábitos tóxicos en la mujer (léase fumar y beber en exceso).
—¿A qué edad como promedio suele manifestarse?
—Se ve por encima de los 40 años, con una mayor incidencia entre los 55 y 65 y una edad promedio de 59 años para el hombre y 62 para la mujer. Existe una tendencia a su presentación en edades más tempranas de la vida.
—¿Ante qué primeros signos y síntomas resulta esencial solicitar atención y a qué especialista acudir?
—Los signos y síntomas estarán en dependencia de la localización laríngea del tumor. El más frecuente es la disfonía (ronquera), aunque se pueden presentar molestias al tragar (odinofagia), dolor de oído reflejo (otalgia). Otros síntomas más tardíos son la disfagia (dificultad para tragar), la obstrucción laríngea y aumentos de volumen en el cuello. Los pacientes deben acudir a la atención primaria de salud ante la presencia de estos síntomas para recibir las orientaciones necesarias y, de requerirlo, serán remitidos a la consulta de Otorrinolaringología.
—¿Qué medios se utilizan para el establecimiento del diagnóstico?
—Empleamos el método clínico, con el apoyo de la Endoscopía, equipos de Imagenología, y la Anatomía Patológica. Por ejemplo, el examen físico con laringoscopía indirecta (proceder para la exploración de la laringe y partes inmediatas de ella) permite evaluar la localización y extensión del tumor. La biopsia de la lesión posibilita la confirmación del diagnóstico clínico.
—¿Cuáles son los tratamientos de elección en estos pacientes?
—Dependen del estadio en que se encuentra la enfermedad y de la localización del tumor. Dentro del arsenal terapéutico con que contamos está la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia, que empleamos de forma independiente o combinada para la obtención de los mejores resultados.
—¿Y el pronóstico?... ¿Es posible curar?
—El pronóstico también estará en dependencia de varios factores. Pero es importante subrayar que el diagnóstico precoz de la enfermedad favorece el tratamiento y posibilita en muchos casos lograr la curación.
—Si partimos de la responsabilidad con nuestra propia salud, ¿tendría algún mensaje que transmitir?
—Decir que, ante los primeros síntomas, debemos acudir al médico. Pero quisiera recalcar, sobre todo, las consecuencias a largo plazo del tabaquismo y la ingesta de grandes cantidades de alcohol. Está científicamente probado, también, que quienes fuman y además beben están expuestos a un riesgo elevadísimo de cáncer de laringe.
—Dejo abierta esta pregunta para un comentario que valore esencial.
—Todo paciente que presente una ronquera (disfonía) de más de 15 días debe ser valorado en la consulta de Otorrinolaringología.

jueves, 27 de mayo de 2010

El Estado tardó 18 años en prohibir el uso de amianto a pesar de las advertencias de los médicos


La Administración justificó su negativa por razones económicas

lainformación.com
El Estado español desoyó en 1984 las peticiones de los médicos de prohibir la utilización industrial del amianto, tras detectar los primeros casos en los años 70, con el objetivo de evitar el coste económico y laboral de su supresión, que finalmente se llevó a cabo en 2002. Así lo reveló la pasada semana el neumólogo Juan Ignacio Camargo Ibarra, durante su declaración como perito en el juicio por la demanda presentada contra Uralita por 47 ciudadanos afectados por amianto de las localidades barcelonesas de Cerdanyola del Vallés y Ripollés, que reclaman indemnizaciones por valor de cinco millones de euros.
"En 1984, los médicos apoyamos la prohibición del amianto, pero no se admitió por cuestiones económicas", explicó Camargo, quien declaró a petición de Uralita, y matizó que la normativa no incluyó la recomendación por los "costes laborales y empresariales" que podrían derivarse de su total prohibición.
El perito era uno de los tres médicos que entonces formaban parte de la Comisión Nacional de Seguimiento del Amianto, integrada también por representantes de los sindicatos Comisiones Obreras y UGT, así como por las principales empresas que trabajaban con este material utilizado en la construcción, el sector naval o el textil industrial, entre otros.
Así, el entonces Gobierno de Felipe González estableció una moratoria y se limitó a restringir los niveles de exposición de los trabajadores al amianto a una fibra por centímetro cúbico en la Orden Ministerial de 1984 que aprobó el ’Reglamento sobre trabajos con riesgo de amianto’. En 1962, la legislación permitía una exposición de 175 fibras por metro cúbico. En 1982, se estableció la primera normativa sobre el amianto que fijó la exposición máxima en dos fibras por centímetro cúbico y obligó a las empresas a aumentar la seguridad. En 1993 el nivel se bajó a 0,6 fibras por metro cúbico hasta su prohibición en 2002.
AMIANTO EN EL MEDIOAMBIENTE.
Por otro lado, el médico explicó que las afecciones relacionadas con el amianto (placas pleurales, mesotolioma, asbestosis y cáncer de pulmón) están catalogadas como enfermedades laborales y son indemnizables, pero explicó que no existen estudios "fiables" que demuestren la incidencia medioambiental de esta materia prima.
Como ejemplo, el perito señaló la incongruencia de un informe médico, aportado al procedimiento, que concluyó que el 5% de las enfermedades relacionadas con el amianto se detectan en familiares de trabajadores, mientras que el 12% aparecen en ciudadanos de las localidades cercanas a las fábricas.
Este es el primer juicio que se celebra en España por una demanda civil presentada por un grupo de habitantes de poblaciones próximas a una de las fábricas que utilizaron el amianto desde principios del siglo XX hasta su prohibición en 2002.
Los demandantes acusan a Uralita depositar materiales con polvo de amianto al aire libre cerca de las dos localidades, mientras que la compañía defiende que siempre cumplió la legalidad vigente. Durante la mañana también declararon a petición de Uralita el médico Enrique Aldaid, que también formó parte de la Comisión de Seguimiento del Amianto junto al doctor Camargo, y los doctores César Sánchez, Joaquín Ferreiros, Anselmo López y María García Ibarrola.
Los cuatro últimos repasaron caso por caso los expedientes médicos de los 47 denunciantes. Los médicos concluyeron que, en algunos casos, la empresa deberá indemnizar a los enfermos pero dividieron por cuatro las cantidades solicitadas por estos demandantes.
Fuente: http://noticias.lainformacion.com/policia-y-justicia/legislacion/el-estado-tardo-18-anos-en-prohibir-el-uso-de-amianto-a-pesar-de-las-advertencias-de-los-medicos_7Gdr5dLcInbqlt5l4MgcT3/

La operación ‘real’ y el uso de recursos públicos en clínicas privadas

Los trabajadores del Clínic desmienten al Rey


Ramón Couso
Diagonal

En esta ocasión la diplomacia ‘campechana’ del rey habría ido demasiado lejos al elogiar el funcionamiento de la sanidad pública tras ser operado en una clínica privada. Ésta usa los recursos públicos del Clínic de Barcelona, donde se ubica.

Cuando Juan Carlos de Borbón compareció sonriente ante los medios de comunicación para certificar su alta médica, tras una operación quirúrgica en el edificio del Hospital Clínic de Barcelona, no dudó en elogiar las bondades del sistema sanitario público. “Tenemos que estar orgullosos de la sanidad pública que tenemos, tanto en Cataluña como en Madrid”, dijo, olvidando el pequeño matiz de que estuvo ingresado no propiamente en el Clínic, sino en Barnaclínic, una clínica privada que opera en una de las plantas del edificio del Clínic.

Manicura y pedicura ‘públicas’


Esta institución privada emplea personal y recursos médicos de la sanidad pública, a los que suma una serie de servicios asistenciales adicionales de atención al paciente y sus acompañantes que incluyen peluquería, manicura y pedicura, catering externo para las comidas y servicios religiosos, entre otros, como ha denunciado recientemente la Coordinadora Antiprivatización de la Sanidad Pública de Madrid.

También distingue a Barnaclínic las cualidades ‘físicas’ del personal. “Las enfermeras de Barnaclínic no son las enfermeras de la pública”, señaló uno de los trabajadores del Hospital Clínic. No en vano, el rey dedicó un agradecimiento especial en su comparecencia: “Al equipo que me ha operado, a las enfermeras, a todo el mundo que me ha cuidado”.

En total, en la séptima planta del Clínic, en la que opera Barnaclínic, hay una docena de habitaciones, todas ellas individuales, que quedaron a plena disposición del rey y sus acompañantes entre el 8 y el 12 de mayo. Además, la operación en sí, la extirpación de un nódulo en su pulmón derecho, se realizó un sábado, cuando durante el fin de semana en el Clínico sólo funciona el quirófano de urgencia y no se realizan intervenciones programadas como ésta.

“La gravedad no es que utilice lo que ha utilizado, sino transmitir a la sociedad una mentira”, afirma uno de los integrantes del Comité de Empresa del Clínic en declaraciones a DIAGONAL. “Utiliza los servicios públicos... Sí claro, los mejores instrumentos, los mejores aparatos y el mejor personal lo tiene el servicio público. Lo grave está en que lo malo del servicio público –listas de espera, habitaciones con más camas– lo han subsanado poniendo una privada y diciéndote ‘si usted paga, lo malo de la pública se lo quitamos”, explicó.

El sindicato CGT ha pedido varias inspecciones de trabajo y prepara ya la solicitud de una nueva inspección porque, denuncia, se está produciendo una cesión ilegal de trabajadores de la sanidad pública en favor de una empresa privada. “Entre paciente y paciente te meten uno de la privada, y si te meten muchos te dan la opción de cobrar un extra”, indica la fuente del comité de empresa. La cuestión sería incluso más grave, ya que, hasta los propios cirujanos de prestigio que trabajan en el Clínic, estarían ofreciendo a sus pacientes reducir sustancialmente la espera para una operación acudiendo al sector privado. La misma operación, con los mismos medios y profesionales de la sanidad pública, pero con una espera de una semana o diez días en lugar de tres o cuatro meses.

Sanidad de fronteras difusas


La fórmula de Barnaclínic, legal conforme a la legislación vigente, es la exacerbación de un modelo sanitario que diluye cada vez más la frontera entre la sanidad pública y un sector privado con una presencia creciente. Catalunya se convirtió en el laboratorio de experimentación de estas prácticas con leyes como la de Ordenación Sanitaria de Catalunya, cuya reforma de 1995 incluye la aceptación del ánimo de lucro en la gestión de la sanidad pública, un planteamiento generalizado al resto del Estado con la Ley 15/97. El resultado son entidades como el Consorci de Salut i Social de Catalunya (CSC), formado por ayuntamientos, Generalitat y otros consorcios hospitalarios, con características más propias de un holding empresarial que de un sistema sanitario público, según denuncia Ramón Serna, miembro de la sección sanitaria del sindicato CATAC y experto en modelos sanitarios. Dentro del CSC está Consultoría y Gestión SA, una empresa que se comporta como una consultora sanitaria que actúa a nivel mundial y exporta el modelo de privatización sanitaria implantado ya en Catalunya.

En Catalunya, explica Serna, alrededor de un 20% de la población tiene mutuas sanitarias, un porcentaje mucho más elevado que en el resto del Estado, por lo que en un mismo centro, si ingresas como mutualista, el tiempo de espera es mucho menor, o te derivan a un centro privado.

A “descargar en el muelle”


El jefe del equipo de cirugía que operó al rey, Laureano Molins López- Rodó, es la última sensación en YouTube y Facebook. “Volver a sus actividades... Es diferente el que descarga en el muelle que el que puede ir a saludar y subir una horita al despacho, entonces yo creo que (risas) em... No... Quiero decir...”, afirmó Molins tras la intervención al ser preguntado en rueda de prensa por el plazo del alta médica. Los ‘fans del médico que dijo que el rey sólo trabaja una horita en el despacho’ son ya más de 37.000 en Facebook y ese vídeo ha sido visto por 51.000 personas en YouTube.

Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/Los-trabajadores-del-Clinic.html

miércoles, 26 de mayo de 2010

Prevengamos el cáncer,¿también el del fumador?



La mitad de las neoplasias de pulmón se detectan demasiado tarde - Los expertos debaten generalizar el cribado al igual que contra el tumor de mama y colon
MÓNICA L. FERRADO 25/05/2010

El 95% de los cánceres de pulmón se deben al consumo de tabaco, con lo que la manera más eficaz de evitar la enfermedad consiste en no fumar. En 30 años, las políticas antitabaco españolas han conseguido reducir el número de fumadores mayores de 16 años hasta un 31,5%, según la Encuesta Europea de Salud en España (2009).

El 95% de los cánceres de pulmón se deben al consumo de tabaco
Reino Unido se planteó no costear tratamientos por esta adicción
Los cribados contra los otros cánceres elevan del 65% al 95% la supervivencia
No existen pruebas concluyentes sobre la eficacia del TAC ni de la radiografía
Ahora bien, ¿qué ocurre con aquellas personas que durante su vida han sido grandes fumadores y aún siguen con riesgo de desarrollar una neoplasia? ¿Y las que continúan fumando? Muchos expertos coinciden en que si existiera un cribado de pulmón eficaz disminuiría la mortalidad del cáncer más letal -actualmente, a los cinco años de extirpar el tumor sólo sobrevive un 15%-. La mitad de los casos se diagnostican cuando ya no se puede operar.
Encontrar un nódulo a tiempo puede salvar la vida a muchas personas, y aunque los estudios realizados hasta el momento no concluyen que se deban hacer pruebas sistemáticas, los investigadores no han arrojado la toalla. "Es necesario encontrarlo porque realmente nos encontramos ante un problema de salud pública", indica Dolores Isla, portavoz de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). ¿Por qué no existe aún un cribado de pulmón, igual que lo hay para el cáncer de colon o de mama?
Los estudios que se han realizado hasta el momento no demuestran que realizar pruebas periódicas en busca de lesiones malignas en todos los fumadores y ex fumadores disminuya realmente la mortalidad a nivel poblacional. Por el contrario, puede dar lugar a falsos positivos y, por tanto, a intervenciones innecesarias y agresivas (alcanzar los pulmones no es fácil). Por otro lado, a diferencia del colon o la mama, el pulmón es un órgano más difícil de observar. Su tejido y sus intrincadas ramificaciones hacen que un nódulo sea difícil de ver y distinguir.
Más allá de la evidencia científica sobre la efectividad del cribado, desde algunos sectores también se ha cuestionado si se deben dedicar recursos públicos a los fumadores por considerar que el daño que se infringen se debe a una decisión propia. Incluso en Reino Unido, un país con fuertes políticas antitabaco, el Gobierno llegó a plantearse en 2003 la posibilidad de no costear ciertas enfermedades o procesos que se derivan del abuso del tabaco y, recientemente, si los fumadores deberían pagar cuotas sanitarias más altas por los gastos que ocasionan al sistema público de salud.
Para algunos, las políticas antitabaco discriminan claramente al fumador y al ex fumador por no considerarlo una persona enferma, como ocurre con otras adicciones, afirma Adonina Tardón, investigadora del Instituto Universitario de Oncología de Asturias, la comunidad española con más personas con cáncer de pulmón. Tardón considera correcto que las políticas contra el tabaco prioricen la prevención, pero critica que se dediquen tan pocos recursos a los fumadores. "Existe una gran cantidad de fumadores en los que el mal ya está hecho. Para desarrollar la enfermedad tienen que pasar unos 40 años. Hoy en día, ¿quién ha pasado ese tiempo fumando? Sobre todo hombres, y también mujeres, que empezaron a fumar en los años setenta, cuando fumar no se veía tan mal y no había políticas antitabaco", añade.
Dejarlo no es fácil. La sanidad pública no subvenciona los tratamientos farmacológicos para dejar de fumar. "El 97% de las personas que intentan dejarlo no lo consiguen", observa. Algunos creen que si se ofreciese un cribado aumentaría la adherencia a los tratamientos para dejarlo.
Aunque el cribado de pulmón no se practica de forma sistemática, sí que se aplica en algunos casos. Josep Morera, neumólogo del hospital Trias i Pujol de Badalona que atiende al rey Juan Carlos I en sus chequeos, explica que al Monarca se le realiza un TAC periódico por tratarse de un fumador (hábito que ha abandonado desde la intervención para extirparle un nódulo que ha resultado ser benigno). Para el especialista, a pesar de las incertezas y aunque no sea adecuada la exploración de todo fumador o ex fumador, sí resulta recomendable en aquellos pacientes en los que se haya detectado alguna patología respiratoria, como un enfisema.
Laureano Molins López-Rodó, jefe del servicio de cirugía torácica del hospital Clínic de Barcelona que operó al Rey, también cree necesario avanzar en esta dirección: "En cáncer tenemos los big four, que son el colon, la mama, la próstata y el pulmón. En los tres primeros, en sus estudios y programas de cribado de diagnóstico precoz se ha conseguido en 20 años pasar de un 60% o un 65% de supervivencia a entre 80-95%, con que significa que esos programas de cribado sirven. En pulmón no se ha hecho nunca a pesar de ser el tumor más frecuente y el que más mata". Y añade: "Selectivamente es algo que hoy no está establecido pero que en los próximos años creo que llegará".
Hasta ahora, los estudios han evaluado diferentes tecnologías. Las candidatas más firmes, la radiografía (muchas veces combinada con prueba de esputo) y la Tomografía Computerizada de Tórax (TAC). Esta última ha resultado más eficaz en casos individuales. El problema está en que todos los estudios presentan salvedades metodológicas que hacen que no sean concluyentes. Entre otras, no haber seguido a suficientes personas, no haberlo hecho por suficiente tiempo o no comparar datos con sujetos que no fuman.
Incluso en alguno de ellos aparece, como siempre que se trata del tabaco, la sombra alargada de las tabacaleras. Así ocurre con el estudio publicado en el año 2006 por el New England Journal of Medicine. Indicaba que el TAC podía disminuir la mortalidad en un 80%. Poco después se descubrió que la autora principal había recibido financiación por parte de la industria tabacalera. "Aunque en los años ochenta se oponían a los estudios sobre cribados, ahora parece que les interesa que se diga que funcionan porque emiten un mensaje tranquilizador", afirma Morera.
Al poco tiempo, otro estudio concluyó que el cribado podía hacer más mal que bien por la gran cantidad de falsos positivos que podían llevar a intervenciones innecesarias y con efectos importantes en la calidad de vida del paciente.
Se espera que a finales de este año se hagan públicos los resultados del mayor estudio sobre cribado liderado por el National Cancer Institute de EE UU. Se compara el uso del TAC con la radiografía en más de 53.000 fumadores y ex fumadores. "Estamos esperando los datos, este estudio nos va a indicar por dónde ir", afirma Isla: "El problema de estas investigaciones es que requieren mucha población, un intervalo de tiempo largo y tienen un coste elevado".
Los estudios indican que si existiera una buena prueba de cribado realmente eficaz no se dirigiría a todo el mundo. Habría que realizarla en fumadores de un paquete al día durante más de 20 años. Tanto en hombres como en mujeres de entre 50 y 74 años. Este rango de edad es el que utilizan algunos de los estudios revisados.
En España, más de 1.298.000 personas se corresponden con este perfil, según el informe de evaluación de cribado de pulmón que el año pasado realizó la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias de la Xunta de Galicia, con financiación de los ministerios de Sanidad y el de Ciencia y Tecnología.
El estudio concluye que hoy no hay un cribado eficaz. También indica que los recursos a destinar serían muchos. "Saturaríamos el sistema sanitario en neumología", indica uno de sus autores, Alberto Ruano-Raviña, epidemiólogo de la Universidad de Santiago de Compostela. "Resulta más rentable que esta inversión se dedique a prevenir".
Para algunos especialistas, los trabajadores de ciertos sectores que fuman serían firmes candidatos a un cribado. "A día de hoy, si se seleccionase muy bien a quien hacer el TAC sería útil. El valor predictivo sube al 47% si se dirige a la población adecuada, como los trabajadores expuestos a ciertas sustancias químicas en los que se ha visto que hay más tumores", indica Tardón.
Aún se pueden sumar más factores de riesgo, como la genética. "Si hay un precedente familiar de primer grado", añade la investigadora. Los estudios de Tardón también indican que existe un gradiente social: los hombres con menor nivel educativo fuman más y suponen el 78% de los enfermos de cáncer de pulmón.
Según Ruano-Raviña, aunque hay casos en los que el TAC permite detectar lesiones antes de que haya síntomas y actuar, la realidad es que en muchos casos la neoplasia tan solo resulta visible en estadios avanzados. Se actúa un poco antes, pero la vida del paciente se puede alargar unos meses. En definitiva, la mortalidad no disminuye. "Si hubiese un cribado capaz de detectar el cáncer en fase I sería lo ideal", observa. "Ahora los cánceres de pulmón en fase I se detectan cuando hay sintomatología o por casualidad", añade.
Las dificultades de observación hacen que tampoco sea fácil determinar la periodicidad con que se debería aplicar el cribado. En el caso del pulmón, las lesiones precancerosas no sólo son más difíciles de detectar con las técnicas actuales, sino que dependiendo del tipo de tumor la evolución puede ser más o menos rápida. Según estudios publicados, se producen 20 divisiones celulares hasta que el tumor tiene un tamaño de un milímetro. Unas 22 hasta que es visible y 28 hasta que es claramente visible con tomografía. Cuando se ha dividido entre 35 y 41 veces puede haber alcanzado un tamaño aparente y letal, unos 10 centímetros. Para que se produzca cada una de estas divisiones deben pasar unos 40 días. O sea, que para que el tumor sea realmente detectable deberían transcurrir dos años y medio.
Los científicos buscan técnicas de cribado alternativas al TAC. "La biología molecular tiene mucho que decir, hay prometedores estudios con aspirados bronquiales, o con muestras de esputo", afirma Isla. En este sentido, se está investigando en marcadores genéticos y en el análisis más efectivo de muestras biológicas. También se está mejorando la técnica del broncoscopio (un instrumento que se introduce por la boca para alcanzar los pulmones).
Médicos e investigadores están de acuerdo en que invertir en prevención pasa, en primer lugar, por aplicar medidas que eviten que los jóvenes no empiecen a fumar. Ahora bien, "también es necesario dedicar recursos dirigidos a los fumadores", afirma Tardón. Por un lado, "las terapias para tratar el tabaquismo deberían estar accesibles en todos los centros de atención primaria. Se ha demostrado que los fármacos para dejar de fumar son eficaces y no están subvencionados. El tabaquismo es una adicción como otras", afirma Tardón.
"Y además hay que dedicar esfuerzos para lograr un cribado, porque las campañas han conseguido reducir el consumo, pero existe una franja de población que empezó a fumar hace años, cuando no existía esta conciencia, había publicidad y se podía fumar en todas partes. Son quienes ahora está desarrollando los tumores", concluye Tardón.

martes, 25 de mayo de 2010

Cuba posee 1.541 ancianos que superaron el siglo de vida

Cubadebate
Cuba censa 1.541 centenarios y asegura tener a la mujer más vieja del mundoUn total de 1.541 centenarios viven en Cuba -53 más que en 2008-, encabezados por Juana Candelaria Rodríguez, de 125 años, informó hoy el diario Granma.
“Actualmente viven en nuestro país 1.541 personas que rebasan la centena, 53 más que hace dos años”, señaló Granma, al subrayar que la cifra total refleja “un centenario por cada 7.296 cubanos” y “uno por cada 1.269 adultos mayores (más de 60 años)”.
Según el periódico, el informe es una actualización del estudio sobre centenarios que realizó entre 2004 y 2008 la Dirección Nacional del Adulto Mayor y Asistencia Social del Ministerio de Salud Pública.
La decana de los longevos, la persona más vieja del mundo, vive en la provincia de Granma, 760 km al sureste de La Habana y cumplió 125 años el pasado 28 de febrero.
Con seis nietos, 15 bisnietos y cuatro tataranietos, ”Candulia” es atendida por un equipo médico y atribuye su longevidad “al aire puro del campo”, la alimentación rica en tubérculos, raíces y carnes, y un “corazón desde siempre repleto de amor”.
El doctor Eugenio Selman-Housein, presidente del “Club de los 120 años”, sostiene que entre las condiciones que propician una vida prolongada figuran “la motivación de vivir desde las más tempranas edades” y una alimentación rica en frutas y vegetales.
También “la salud enfocada sobre la prevención”, la práctica de ejercicios físicos durante 30 minutos entre tres y cinco días por semana, y “la cultura como enriquecimiento espiritual”, que combate el exceso de estrés, según Selman-Housein.
El tema de los centenarios será abordado en el Seminario Internacional Longevidad Satisfactoria: Visión Integral, que sesionará entre el miércoles y el viernes próximos en La Habana, con la participación de delegados de 10 países.
(Con información de agencias)
Fuente: http://www.cubadebate.cu/noticias/2010/05/24/cuba-posee-mil-541-ancianos-que-superaron-el-siglo-de-vida/

domingo, 23 de mayo de 2010

La operación del Juan Carlos de Borbón no la realizó la sanidad pública


Expertas en privatización de la sanidad: Barnaclinic, el Rey y... tu

Liga SFC/Rebelión
Todas las "fibrofatigadas" de España hemos seguido con gran interés la noticia de que el Rey se ha operado en Barnaclinic (la clínica privada en la que se convierte el Hospital Clinic por las tardes/noches). Esta noticia es de especial interés para nosotras porque más que nadie sabemos lo que es Barnaclinic. Para los que no tenéis fibromialgia (FM) o Síndrome de la Fatiga Crónica (SFC), os lo explicamos: El Hospital Clinic se supone que es público. Se supone. Claro que con todas las externalizaciones, subcontrataciones, etc., no es realmente público (como gran parte de los sistemas sanitarios español y catalán: parece público, pero no lo es). Pero para añadir a la perversidad, como las listas de espera son tal largas, el Hospital Clinic ha montado Barnaclinic, que consiste en el mismo servicio pero pagando y claro, con listas de espera razonables (o sin listas de espera si eres el Rey). Las personas con FM y/o SFC necesitamos ir al Hospital Clinic porque es una de las dos Unidades de FM-SFC que están funcionando en Catalunya (sí, sólo hay dos, las otras son virtuales... aún en 2010) y, ante las inspecciones médicas del ICAM, los informes del Clinic son los que más seriedad tienen. Pero, la lista de espera de la Unidad SFC del Clinic es de dos años y medio . Esta situación es así desde el 2005. Con lo cual las personas con SFC de Catalunya y de gran parte de España están obligadas a ir al Hospital Clinic a ver el mismo médico, en el mismo despacho, con el mismo ordenador por las tardes, cuando por arte de mágia el Hospital se convierte en Barnaclinic, pero pagando. Y esto hay que hacerlo cada 6 meses ya que para las inspecciones médicas sólo son válidos los informes de los últimos 6 meses. Nosotras, las fibrofatigadas, somos las que más vivimos la realidad de la privatización de la sanidad en España. Por eso nos sorprende y nos decepciona leer que la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Salud Pública (FADPS) "agradece al Rey que reconozca el buen funcionamiento de la sanidad pública". Es obvio que nos queda mucho trabajo por hacer de educar, aún a los que se supone que saben del tema, sobre la realidad de cómo funciona el sistema sanitario de este reino.Podéis descargar aquí un documento sobre este tema que ha elaborado la Coordinadora Anti-privatización de la Sanidad Pública de Madrid.Fuente: http://ligasfc.org/index.php?name=News&file=article&sid=342

Las instituciones españolas olvidan a las afectadas por la vacuna del papiloma

Negligencia institucional

Diagonal
Saltaron a los medios de comunicación en febrero de 2009 por acabar en la UCI del Hospital Clínico de Valencia tras recibir la segunda dosis de la vacuna del virus del papiloma humano (VPH). Belén Macías Marín (Redacción) Miércoles 19 de mayo de 2010. Número 126

Un año y cuatro meses después, las familias de Raquel y Karla no han recibido ninguna respuesta de las autoridades a las que pidieron ayuda: el Ministerio de Sanidad, la Conselleria de Sanitat valenciana y la Presidencia del Gobierno, entre otras.
Ante la inacción de las instituciones, los padres de Raquel decidieron organizarse y constituyeron en julio de 2009 la Asociación de Afectadas por el Virus del Papiloma, que agrupa a 18 familias en el Estado español y está en contacto con decenas de afectadas en todo el mundo.
“Hasta que no contactamos con otras afectadas en España y otros países, no nos dimos cuenta de que había síntomas comunes a todas ellas: convulsiones, dolores articulares, cansancio, imposibilidad de andar, irregularidades en la regla, visión borrosa...”, explica a DIAGONAL la madre de Raquel, Alicia Capilla, quien encabeza la asociación.
Estas familias luchan en la actualidad para que, aunque constituyan la excepción, se reconozcan los trastornos de las niñas como efectos adversos de la vacuna y se investiguen de forma conjunta para desarrollar tratamientos eficaces.
La asociación, que forma parte de la federación internacional Truth About Gardasil (La verdad sobre Gardasil, marca de la vacuna contra el VPH fabricada por Sanofi Pasteur Merck), reclama junto a un nutrido grupo de profesionales de la sanidad una moratoria en la aplicación de los calendarios oficiales de vacunación en los que se incluye la del papiloma, caso del español.
Tras cuatro meses en el hospital (dos de ellos en la UCI), la familia de Raquel tuvo que recurrir a la sanidad privada y realizaron pruebas de toxicidad de metales pesados en EE UU y Alemania.
Todas las niñas afectadas que han realizado estas pruebas presentan unos niveles muy altos de metales pesados, según atestiguan sus familiares. En España, hasta septiembre de 2009, había notificadas 508 reacciones adversas a la vacuna del papiloma, según la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS).
Bajo tratamiento, y después de una recaída que la llevó a pasar dos meses en una silla de ruedas, Raquel se encuentra mejor.
Su madre aconseja a otros padres que se informen bien para tomar una decisión: “Cuando decidimos que nuestra hija recibiera la vacuna, sólo contábamos con una carta del conseller que decía que podía ocasionar dolores en el lugar de la inyección”.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Desigualdad Social,Vigilancia Epidemiológica y Salud

19-05-2010
J. Benach / C. Muntaner
Rebelión
Junto a la crisis socioecológica, la desigualdad social es probablemente el tema más importante de nuestra época. Un dato lo ilustra: el 1% más rico de la población mundial acumula tanta riqueza como la mitad de la población más pobre. Esa desigualdad afecta dramáticamente a la salud y el bienestar de niños y adultos, ya que gracias a nuestros sistemas sociales (mayormente capitalistas) la mayor parte de los habitantes de la tierra no poseen el bienestar material y social adecuado para disfrutar de una vida digna y sana. La gran mayoría de los nueve millones de niñas y niños que mueren al año lo hacen en unos países deliberadamente empobrecidos cuya mortalidad infantil es 30 veces mayor a la de los estados enriquecidos y lo hacen por causas evitables como la falta de agua potable y alimentos. La esperanza de vida global es de 68 años, pero alcanza los 80 en los países ricos, mientras que es de 50 de media en África y no llega a 40 en Zambia o Zimbawe. Una niña recién nacida de Sierra Leona vivirá 43 años menos que una niña sueca. Para eliminar esta desigualdad abyecta no solo hay que empezar por lamentar estos datos, como hacen los liberales, sino mostrar su interdependencia.
Pero la desigualdad en la salud es un fenómeno que no sólo afecta a los países empobrecidos por la colonización, la dependencia o el imperialismo de un sistema mundial que lleva más de cinco siglos, sino a todas la sociedades: en general, cuanto peor es la situación socioeconómica, peor es también la salud. En el barrio pobre de Calton, en Glasgow, la ciudad escocesa, la esperanza de vida promedio es de 54 años, ocho menos que en la India. Doce kilómetros al norte, en la zona rica de Lenzie, la esperanza de vida sube a 82 años, un hueco de 28 a. de vida.
Contrariamente a lo que sostiene un pensamiento biomédico hoy hegemónico, la causa fundamental de estas desigualdades en la salud no radica en la genética, en los mal llamados “estilos de vida” (que sugieren elección personal) o en los servicios sanitarios, por importantes que esos factores sean. Las enfermedades “exclusivamente” genéticas son sólo una proporción muy pequeña de los problemas de salud pública, y una predisposición genética a menudo puede ser contrarrestada con intervenciones sociales apropiadas. Por su parte, los estilos de vida y la atención sanitaria se relacionan con factores sociales, como muestra el hecho de que las clases sociales más pobres tienen una mayor probabilidad de alimentarse peor, fumar, beber alcohol en exceso y tener peores servicios sanitarios. En realidad, la salud no la elige quien quiere sino quien puede, y hoy tres cuartas partes de la humanidad no pueden elegir libremente vivir en un medio ambiente o unas condiciones laborales saludables. Un informe de la Comisión de Determinantes Sociales de la Organización Mundial de la Salud (OMS), conocida por su talante cauteloso, lo confirma al señalar que la acumulación tóxica de factores sociales injustos y evitables, como la desigualdad económica, incluidas la precariedad laboral, la contaminación ambiental, la inseguridad alimentaria, no tener una vivienda digna, o la falta de participación y democracia producen una mayor inequidad en la salud. La comisión llama a esos determinantes sociales las “causas de las causas” de la desigualdad en la salud.
Si las causas que subyacen a la desigualdad en la salud son sobre todo sociales, también deben serlo las soluciones. Por ello, las políticas sociales para mejorar la equidad debieran ser una prioridad de gobiernos, partidos, sindicatos y la sociedad en general. Y ello, no sólo porque las políticas pueden reducir la desigualdad en la salud, sino porque analizar su evolución permite valorar el grado de justicia social de un país. Ilustrémoslo con el caso del desempleo. En 2009, más de 210 millones de personas estaban desempleadas (más de 21 millones en la UE, un tercio de los cuales con más de un año en paro, y ya más de cuatro millones en España) y con la actual crisis económica pueden aumentar este año en varias decenas de miles más. Estar desempleado aumenta la probabilidad de padecer enfermedades crónicas, ser fumador o alcohólico, estar deprimido o con ansiedad y morir prematuramente. Por ejemplo, se estima que la mortalidad de los parados de más de dos años de antigüedad es 3,5 veces mayor a la de las personas empleadas. En España, un desempleado tiene un riesgo tres veces mayor de padecer mala salud mental en comparación con quienes trabajan. Sin embargo, ese riesgo se reduce a dos cuando las personas tienen seguro de desempleo y aumenta hasta más de cinco veces cuando se acaba.
Sin embargo, las administraciones públicas no sólo deben desarrollar políticas sociales, sino también evaluar sus efectos. Para ello, es clave disponer de sistemas de vigilancia de los determinantes sociales y la equidad en la salud que permitan conocer la evolución del desempleo en los grupos sociales (por clase social, género, situación migratoria, etc.), y evaluar el impacto de las políticas de empleo sobre la desigualdad. Desgraciadamente, esos sistemas de vigilancia son aún muy incipientes y apenas si se analiza la equidad en salud y los determinantes sociales relacionados con ella. Desde luego, y aquí entramos en el meollo del problema, si no sabemos nada, no podemos actuar.
La equidad en la salud es un tema muy poco conocido sobre el que no existe debate público. Nuestra mayor “epidemia” no son las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, o las enfermedades infecciosas, sino los determinantes sociales que las originan y producen desigualdad en la salud. En la actualidad, cuando incluso economistas afines al capitalismo como Stiglitz o políticos de la derecha Europea como Sarkozy han cuestionado la utilidad de indicadores economicistas como el PIB –tan poco útiles para medir el impacto ambiental y el bienestar social producido por el crecimiento económico–, es fundamental conocer los determinantes sociales para diseñar políticas sociales que reduzcan las inequidades de la salud. Disponer de esos indicadores permitirá no sólo evaluar los logros y fracasos de las políticas sociales de los gobiernos, sino también medir el bienestar, calidad de vida y justicia social de cada país.

El Estado tardó 18 años en prohibir el uso del amianto pese a las advertencias de médicos

Declaraciones de un médico en un juicio contra Uralita
En los años 70 se detectaron los primeros problemas
En 1984, el Estado español desoyó las peticiones de prohibirlo
Hasta 2002 no se prohibió la utilización industrial de este mineral

Europa Press Madrid
Martes 18/05/2010 19:40 horas
El Estado español desoyó en 1984 las peticiones de los médicos de prohibir la utilización industrial del amianto, tras detectar los primeros casos en los años 70, con el objetivo de evitar el coste económico y laboral de su supresión, que finalmente se llevó a cabo en 2002.
Así lo reveló este martes el neumólogo Juan Ignacio Camargo Ibarra, durante su declaración como perito en el juicio por la demanda presentada contra Uralita por 47 ciudadanos afectados por amianto de las localidades barcelonesas de Cerdanyola del Vallés y Ripollet, que reclaman indemnizaciones por valor de cinco millones de euros.
"En 1984, los médicos apoyamos la prohibición del amianto, pero no se admitió por cuestiones económicas", explicó Camargo, quien declaró a petición de Uralita, y matizó que la normativa no incluyó la recomendación por los "costes laborales y empresariales" que podrían derivarse de su total prohibición.
El perito era uno de los tres médicos que entonces formaban parte de la Comisión Nacional de Seguimiento del Amianto, integrada también por representantes de los sindicatos Comisiones Obreras y UGT, así como por las principales empresas que trabajaban con este material utilizado en la construcción, el sector naval o el textil industrial, entre otros.
Normativa
Así, el entonces Gobierno de Felipe González estableció una moratoria y se limitó a restringir los niveles de exposición de los trabajadores al amianto a una fibra por centímetro cúbico en la Orden Ministerial de 1984 que aprobó el 'Reglamento sobre trabajos con riesgo de amianto'.
En 1962, la legislación permitía una exposición de 175 fibras por metro cúbico. En 1982, se estableció la primera normativa sobre el amianto que fijó la exposición máxima en dos fibras por centímetro cúbico y obligó a las empresas a aumentar la seguridad. En 1993 el nivel se bajó a 0,6 fibras por metro cúbico hasta su prohibición en 2002.
Por otro lado, el médico explicó que las afecciones relacionadas con el amianto (placas pleurales, mesotolioma, asbestosis y cáncer de pulmón) están catalogadas como enfermedades laborales y son indemnizables pero, según dijo, no existen estudios "fiables" que demuestren la incidencia medioambiental de esta materia prima.
La demanda
Este es el primer juicio que se celebra en España por una demanda civil presentada por un grupo de habitantes de poblaciones próximas a una de las fábricas que utilizaron el amianto desde principios del siglo XX hasta su prohibición en 2002.
Los demandantes acusan a Uralita depositar materiales con polvo de amianto al aire libre cerca de las dos localidades, mientras que la compañía defiende que siempre cumplió la legalidad vigente.
Durante la mañana también declararon a petición de Uralita el médico Enrique Aldaid, que también formó parte de la Comisión de Seguimiento del Amianto junto al doctor Camargo, y los doctores César Sánchez, Joaquín Ferreiros, Anselmo López y María García Ibarrola.
Los cuatro últimos repasaron caso por caso los expedientes médicos de los 47 demandantes, tal y cómo hizo este lunes un médico propuesto por los afectados con la finalidad de que el juez determine las indemnizaciones para cada uno de ellos, en caso de dictar una sentencia favorable.
El juez deberá determinar el nexo de causalidad que existe entre la presencia de la fábrica y los casos de enfermedades relacionadas con el amianto entre la población de las localidades cercanas.

martes, 18 de mayo de 2010

Trastornos muscoesqueléticos

Las enfermedades muscoesqueléticas, (TME) trastornos muscoesqueleticos de origen laboral
Descripción
Causas y factores
Movimientos repetidos
Prevención y medidas
Tipos
Descripción
Son lesiones de músculos, tendones, nervios y articulaciones que se localizan con más frecuencia en el cuello, espalda, hombros, codos, puños y manos. El síntoma predominante es el dolor, asociado a inflamación, pérdida de fuerzas y dificultad o imposibilidad para realizar algunos movimientos. Este grupo de enfermedades se da con gran frecuencia en trabajos que requieren una actividad física importante, pero también aparece en otros trabajos como consecuencia de malas posturas sostenidas durante largos periodos de tiempo.
El uso del término «problemas musculoesqueléticos inespecíficos» implica que no se establece un diagnóstico, puesto que el término incluye todas las afecciones dolorosas del sistema musculoesquelético, lo que refleja la diversidad de opiniones y la falta de consenso en cuanto al origen de un gran número de cuadros de este tipo.
Entre las personas en edad laboral, las afecciones músculoesqueléticas, especialmente el dolor de espalda y los dolores no específicos en general, constituyen una causa corriente de absentismo laboral y discapacidad laboral de larga duración y, por consiguiente, representan tanto un grave problema para las personas afectadas, como enormes consecuencias económicas para la sociedad. Este tipo de discapacidad física es más frecuente en las mujeres y en grupos de edad avanzada.
La Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo proporciona información sobre buenas prácticas de seguridad y salud para prevenir los trastornos musculoesqueléticos de origen laboral.
Se les puede dividir en dos grupos principales:
Dolor y lesiones dorsolumbares:
Tenosinovitis: inflamación de los tendones y de las vainas que los recubren.
Bursitis: inflamación de una bolsa articular, la más común la subacromial en la articulación del hombro.
Miositis: inflamación de los músculos que puede ser primaria (polimiostitis) o secundaria (mecánica-sobredistención muscular)
Artritis: inflamación articular (artritis postraumática), enfermedad osteoarticular degenerativa (osteoartritis) y artritis reumatoide.
Lesiones causadas por esfuerzos repetitivos:
Se relacionan con traumatismos acumulativos (sobre todo movimientos repetidos al final de la acción con un componente de fuerza o vibratorio).
Causan dolor e inflación aguda o crónica de los tendones, músculos, cápsulas o nervios.
Afecta principalmente las extremidades: mano, muñeca, codo, hombreo, o el tronco (tensión el la parte baja de la espalda).
Pueden afectar tanto a las extremidades superiores como a las inferiores, y está demostrado que tienen una estrecha relación. con el trabajo. Entre las causas físicas de estos trastornos, cabe citar: la manipulación de cargas, las malas posturas y los movimientos forzados, los movimientos muy repetitivos, los movimientos manuales enérgicos, la presión mecánica directa sobre los tejidos corporales, las vibraciones o los entornos de trabajo a baja temperatura.
Causas y Factores de riesgo
Entre las causas relacionadas con la organización del trabajo cabe destacar el ritmo de trabajo, el trabajo repetitivo, los horarios de trabajo, los sistemas de retribución, el trabajo monótono y algunos factores de tipo psicosocial. Algunos tipos de trastornos están asociados a tareas u ocupaciones concretas.
Factores de Riesgo
Factores de riesgo físico
manipulación manual de cargas,
posturas forzadas,
movimientos repetidos,
aplicación de fuerzas excesivas,
vibraciones
Factores de organización del trabajo
Ritmo alto de trabajo
Falta de autonomía
Falta de pausas
Trabajo monótono y repetitivo
Horarios
Remuneración
Factores del entorno del trabajo
Temperatura, iluminación, etc.
Mal diseño del puesto de trabajo
Otros factores de riesgo: La doble jornada por el trabajo doméstico.
Movimientos repetidos
Se entiende por movimientos repetidos a un grupo de movimientos continuos, mantenidos durante un trabajo que implica al mismo conjunto osteomuscular provocando en el mismo fatiga muscular, sobrecarga, dolor y por último lesión. El trabajo se considera repetido cuando la duración del ciclo de trabajo fundamental es menor de 30 segundos.
Criterios de aplicación
Hay una serie de trabajos que más sufren este tipo de movimientos repetidos de miembro superior:
Mecanógrafos
Tejedores.
Pintores.
Músicos.
Carniceros, fileteros.
Curtidores.
Trabajadores del caucho y vulcanizado.
Deportistas.
Delineantes, dibujantes
Peluqueros.
Mecánicos montadores.
Conserveras.
Cajeras de supermercado.
Trabajadores de la industria textil y confección.
Otros.
Prevención y medidas para reducir el riesgo
Evitar la exposición a movimientos repetidos.
Si no se puede evitar, evaluar los riesgos y tomar las medidas preventivas necesarias para reducir los riesgos.
Formar e informar a los trabajadores sobre los riesgos y las medidas preventivas adoptadas.
Investigar todo daño producido a la salud de los trabajadores, incluidos los Accidentes de Trabajo por sobreesfuerzos y las Enfermedades Profesionales músculo-esqueléticas, y aplicar las medidas correctoras necesarias.
Realizar una vigilancia específica de la salud de los trabajadores expuestos a riesgo para prevenir la aparición de lesiones.
Medidas para reducir el riesgo
Técnicas
Automatización de determinadas tareas y/o utilización de ayudas mecánicas.
Equipos y herramientas adecuados a la tarea y a los trabajadores.
Optimizar el tamaño y la forma de los agarres.
Evitar golpear o presionar con la mano, muñecas o con los dedos.
Organizativas
Alargar el ciclo de trabajo y diversificar las tareas del puesto.
Establecer un sistema de pausas adecuadas.
Evitar primas y penalizaciones por productividad.
Rotación de puestos.
Control de la tarea por parte del trabajador.
La disminución en el entorno laboral de este tipo de lesiones es pues en definitiva una tarea que ha de implicar a todos los sectores de la empresa, mediante el cumplimiento de las diferentes normativas en cuanto a material y condiciones de trabajo; y la adecuada instrucción a los trabajadores sobre el trabajo que realizan y los riesgos que este conlleva.
Tipos enfermedades o trastornos muscoesqueléticas
Artritis (postraumática, osteoartritis, artritis reumatoide)
Bursitis
Distensión
Esguince
Lesiones por tensión repetida
Miositis
Tendinitis
Tenosinovitis

domingo, 16 de mayo de 2010

LA SALUD Y LOS TELEFONOS CELULARES

Elmer Huerta.
Hace unos días suena mi teléfono celular, el que desde ya hace algunos meses he tratado de alejar un poco mas de mi cuerpo (pero no de mi rutina) y contesté a través del sistema Bluetooth de mi carro. Era la Dra. Devra Davis, directora del Centro de Cáncer y Medio Ambiente de la Universidad de Pittsburg. Hoy día, me dice Devra (a quien percibo me esta hablando a través del parlante incorporado de su celular), el Dr. Ronald Herberman, director del Centro de Cáncer de la universidad ha enviado un memorando a sus 3,000 empleados diciéndoles que los teléfonos celulares pueden ser perjudiciales para la salud. Hey Devra, le digo, eso es revolucionario, nunca he escuchado una alerta de este tipo; si me dice, es la primera vez que sucede esto es EEUU. Para aumento de mi sorpresa, me dice que algunos países como Francia, Alemania e India ya han lanzado recomendaciones para limitar la exposición de radiación electromagnética en sus pobladores y que además el Departamento de Salud Pública de la ciudad de Toronto en Canadá, esta aconsejando a los niños y adolescentes a que limiten el uso de teléfonos celulares para evitar futuros riesgos. Le agradecí la llamada y quede en revisar los documentos científicos en los que se baso el Dr. Herberman para hacer tan atrevida recomendación a su personal. Las recomendaciones del panel de expertos han sido publicadas en la pagina web del Centro de Cáncer y Medio Ambiente de la Universidad de Pittsburg y sirven de base para este blog. El asunto empieza cuando se entiende que un teléfono celular no podría funcionar si no fuera por que es un aparato que recibe y envía ondas electromagnéticas a través de su antena. Estas ondas electromagnéticas, de acuerdo a muchos expertos deben considerarse como elementos contaminantes, potencialmente peligrosos para la salud. Quizás una analogía interesante seria compararla con el humo del cigarrillo, que ahora bien sabemos, no solo afecta al usuario del cigarrillo, sino a todas las personas que respiran el aire contaminado con el humo. El problema se produce cuando se entiende que para poder escuchar la conversación, el teléfono celular debe ser colocado en el oído, pegado a la cabeza, separado del cerebro solo por el cuero cabelludo y el hueso del cráneo. Un estudio realizado por un investigador asociado al IEEE (Institute of Electrical and Electronics Engineers) demuestra un cálculo de la “absorción” de ondas electromagnéticas provenientes de un teléfono celular, en diversas edades, en el cerebro de un ser humano.
750) this.width=750" border=0> En la foto que mostramos arriba, se ve el efecto de las ondas electromagnéticas de un teléfono celular en el cerebro de un niño de 5 años, uno de 10 años y en un adulto. A la mano derecha está la escala de intensidad de la radiación, que va del rojo y anaranjado en la parte alta (mas fuerte), al blanco en la parte baja (menos fuerte). Cada imagen representa un corte transversal del cráneo (como cuando se abre una papaya) y la imagen pequeña ovalada anaranjada de la parte baja representa el teléfono celular, emitiendo radiación (señal anaranjada fuerte). Se puede ver como las ondas (a mas anaranjadas mas potentes) se distribuyen dentro del cerebro. En el niño de 5 años, las ondas casi llegan hasta el otro lado del cerebro, en el de 10 años hasta la mitad y en el adulto hasta la tercera parte. En los niños, el cerebro absorbe mas radiaciones electromagnéticas por el menor tamaño del cerebro y por tener tejidos mas blandos. ¿Qué efecto tienen estas ondas electromagnéticas en el funcionamiento y en la estructura de nuestro cerebro?. Pues esa es la gran pregunta, la que según el Dr. Heberman y otros expertos no tiene todavía una respuesta definitiva; pero que según el panel de expertos internacionales que motivó al Dr. Heberman a escribir su memorando, ya tiene una respuesta que apunta en una dirección no muy favorable para la salud de los usuarios de teléfonos celulares. Por ejemplo, recientes estudios han demostrado que los teléfonos celulares alteran las ondas cerebrales alfa y delta, responsables de la vigilia y el sueño, habiéndose demostrado que pueden ser causa de insomnio en sus usuarios. Otros estudios han demostrado que las ondas electromagnéticas alteran la llamada barrera hematoencefálica (una especie de filtro que separa el tejido cerebral del sistema circulatorio y protege al cerebro de sustancias indeseables para este órgano). Ciertas proteínas, llamadas “proteínas de estrés” son también mas abundantes como consecuencia de la acción de las radiaciones electromagnéticas. Por ultimo, recientes estudios, que incluyen a personas que han usado el celular por lo menos durante 10 años muestran una posible asociación con tumores benignos del nervio auditivo (neuromas acústicos) y con ciertos tipos de cáncer del cerebro. El gran problema es que las investigaciones mas recientes y mejor diseñadas no tienen más de 10 a 15 años de buen seguimiento, y al igual que ocurre con el humo del cigarrillo, que necesita mas de 30 años para producir el cáncer del pulmón, es posible que las investigaciones no demuestren todavía el verdadero efecto de las radiaciones electromagnéticas sobre la salud de las personas hasta el año 2025 o 2030. Entonces, ¿qué hacer?. Siempre pensando que si se yerra, debe errarse en el lado del público y dado que las investigaciones no pueden ni probar ni refutar los posibles daños que los celulares pueden producir, el Centro de Cáncer y Medio Ambiente de la Universidad de Pittsburg hace las siguientes 10 recomendaciones preventivas a los usuarios de teléfonos celulares: 1. No deje que los niños usen un celular excepto por emergencias. Es probable que los órganos en desarrollo de un feto o niño sean sensibles a los efectos de la exposición a campos electromagnéticos. 2. Al usar su teléfono celular, trate de mantener el teléfono celular lo mas lejos posible del cuerpo. La amplitud del campo electromagnético es cuatro veces menor a una distancia de 5 centímetros y cincuenta veces menor a un metro de la antena. Siempre que sea posible, utilice el teléfono con el parlante incorporado o con auriculares de tipo Bluetooth, los que emiten frecuencias que son 1/100 menos potentes que la antena del teléfono celular normal. El uso de audífonos con cables puede también reducir la exposición. 3. Evite utilizar su teléfono celular en lugares cerrados, como en un autobús, donde usted puede exponer pasivamente a otras personas con los campos electromagnéticos de su teléfono. 4. Evite llevar su teléfono celular pegado al cuerpo, pongalo en su maletín o la cartera. No lo ponga debajo de la almohada ni en la mesa de noche, especialmente si esta embarazada. Si tiene que llevar el teléfono con usted, pongalo en modo "vuelo" o "fuera de línea" o simplemente apáguelo y revíselo de cuando en cuando para ver si alguien le dejó un mensaje. Personalmente, pienso que si alguien me necesita, me dejará un mensaje, quien no me necesita no lo hará. 5. Si usted debe llevar su teléfono celular pegado al cuerpo (en la cintura por ejemplo), asegúrese de que el teclado numérico este posicionado hacia su cuerpo y el otro lado este posicionado hacia el exterior para que los campos electromagnéticos transmitidos se emitan lejos de usted. 6. Sólo utilice su teléfono celular para establecer contacto o conversaciones que duren unos pocos minutos. Como en el caso del humo del cigarrillo, los efectos biológicos están directamente relacionadas a la duración de la exposición. Para conversaciones más largas, utilice un teléfono con línea de tierra. Recuerde también que los teléfonos inalámbricos de la casa usan una tecnología semejante a la de los teléfonos celulares. 7. Alterne el lado de la cabeza en el que usa el celular para disminuir el riesgo de exposición. Antes de ponerse el teléfono celular en la oreja, espere hasta que la otra persona conteste la llamada. Esto limita el poder del campo electromagnético emitido cerca de la cabeza y la duración de su exposición. 8. Evite utilizar su teléfono celular cuando la señal es débil o al moverse a alta velocidad, como cuando viaja en un coche o en un tren. En esas situaciones, el teléfono esta tratando de conectarse repetidamente a una nueva antena de relevo y el poder de la radiación electromagnética aumenta mucho mas. 9. En lo posible, use mensajes de texto en vez de hacer una llamada, recordando siempre limitar también la duración de la exposición y la proximidad del teléfono al cuerpo. 10. Escoja un dispositivo con el SAR más bajo posible (SAR = Specific Absorption Rate = Tasa Específica de Absorción), una medida de la fuerza del campo magnético absorbido por el cuerpo. Las calificaciones de SAR de los teléfonos de uso común están disponibles en el Internet, buscando "SAR rating cell phones" o "calificaciones SAR de teléfonos celulares”. Les confieso que cuando leí esas recomendaciones por primera vez, me parecieron súper exageradas, que no eran realistas; pero reflexionando en ellas, me di cuenta que no lo eran tanto y ahora aplico muchas de esas reglas en mi vida diaria. No pienso dejar de usar mi celular, simplemente voy a tratar de usarlo de una manera mas cuidadosa. El teléfono celular es parte integral de nuestras vidas y es una tecnología que esta haciendo avanzar el mundo en la dirección correcta de las comunicaciones, pero ante la duda, creo que es mejor protegerse que lamentarse después. Pensamos también que la industria de teléfonos celulares debe darse cuenta que es mejor trabajar en la reducción de riesgos de sus aparatos desde ahora, en vez de hacerlo a las apuradas en algunos años cuando los problemas aparezcan, o de negar lo evidente y meterse en problemas como lo hizo la industria del tabaco. Y para los que tenemos hijos, les digo que los niños entienden muy fácilmente los potenciales peligros y creo que serán adoptadores tempranos de las medidas de seguridad. Al fin y al cabo, ellos usan mas mensajes de texto que mensajes de voz. Hable con sus hijos y cuide su salud.

Amianto,lento y silencioso asesino

El coste humano de la avaricia empresarial

Nadine Trabas
Rebelión

En 1986 los trabajadores de la fábrica de retretes POZAL S.A. que formaban parte de un programa de “reinserción laboral” pararon la producción y se encerraron durante casi un mes. Lo que motivó este hecho fue que los materiales con los que trabajaban contenían amianto, y como consecuencia de su manipulación, comenzaron a enfermar uno tras otro. Al cabo de casi un mes de encierro se produjo el violento desalojo en el que murieron dos de ellos. El suceso pareció no importarle a nadie, es mas, no sólo no conmovió el fatídico final, sino que todos los trabajadores que se encontraban en contacto con el mineral maligno ya habían sido juzgados como “inservibles” abocados a morir en una fábrica, que tenia cada día mas beneficios a costa de la vida de unas personas que habían sido engañados vendiéndoles una “nueva oportunidad” en la vida.

El relato es estremecedor, no solo por el fatal desenlace, sino porque se trata de una historia no del todo ficticia que Patxi Irurzun narraba en su novela “Ciudad Retrete” [1] . En los años ochenta, POZAL S.A. podía ser cualquiera de las numerosas fábricas donde se utilizaba amianto, mineral que gozaba de múltiples utilidades en aquella época y era empleado en mas de tres mil productos a pesar de las consecuencias letales tanto en la salud de los trabajadores expuestos como en cualquier otra persona que estuviera en contacto con él.

El amianto en el Estado Español ha sido más conocido por su nombre comercial “Uralita”, filial de la multinacional Eternit, que comenzó a fabricar “fibrocemento” en 1920 utilizado primordialmente como aislante en la construcción y tuberías de agua por sus propiedades ignifugas, aislantes, su larga duración y bajo coste. Desde su extracción hasta la eliminación de los deshechos, pasando por su utilización se liberaban importantes cantidades de fibras que se insertaban en los pulmones de los trabajadores provocando distintos tipos de enfermedades mortales como la asbestosis, mesotelioma y cáncer de pulmón.

En el 2002 se prohibió su producción pero se estima que alrededor de 140.000 trabajadores estuvieron expuestos a crisolito o amianto blanco. El índice de mortalidad por amianto se incrementó un 90% en el periodo 1992-2002. Lamentablemente, con la prohibición del amianto no acaba su historia, dado que los cánceres causados por el mineral pueden presentarse hasta 30 y 40 años después de la exposición. Por este motivo la asociación de victimas del amianto AVIDA [2] estima que “hasta el año 2010 se producirían unas 1500 muertes anuales de personas expuestas al amianto entre 1960 y 1975, tasa que aumentará hasta 2300 muertos entre los trabajadores expuestos en 1991”

Tras estos datos desgarradores, es inevitable preguntarse cómo se ha llegado a esta situación, y mas cuando en 1930 se constataba una relación entre asbestosis y fibras de amianto y ya en 1973 la Organización Mundial de la Salud reconocía que la exposición a amianto causaba mesotelioma y cáncer de pulmón. Es evidente que ha existido un “pacto de silencio” de las empresas, administraciones y mutuas de accidentes de trabajo. Según manifiesta Ángel Cárcoba [3] desde el Departamento Confederal de Salud Laboral de CC.OO., “no se conoce ningún caso donde un médico de empresa o de mutua haya certificado a favor de las victimas”. De igual forma, los trabajadores de la fabrica Fibrocementos de Levante denunciaron que no les daban los resultados de los reconocimientos médicos para ocultar lo que estaba ocurriendo “porque sin enfermedad, no había problema”.

Junto a todo esto, también cabe destacar que para el reconocimiento de la enfermedades profesionales los trabajadores se ven obligados a pasar por procesos judiciales con los costes tanto temporales como económicos que conllevan, y aun así muchas veces sin ningún éxito, encontrándonos actualmente, con una Infra-declaración cada vez mas acuciada de las mismas, ya que si echamos un vistazo a las estadísticas nos damos cuenta que, curiosamente, en el Estado no muere prácticamente ningún trabajador por enfermedad profesional.

Las victimas del amianto han conseguido, tras casi 70 años de “silencio” culminar su lucha, por el momento, en el proceso de Turín donde los principales encausados son los dueños y responsables, de Eternit Suiza y Bélgica, que han dominado la producción de amianto por todo el mundo durante un siglo. Se les acusa de la muerte de 2.619 trabajadores, y se pide un millón de euros de indemnización para cada victima y penas de trece años de cárcel para los máximos responsables de la empresa, ampliable a los principales accionistas.

La lucha contra el amianto no termina aún, todavía quedan cerca de dos millones de toneladas de amianto en edificios, vagones y naves industriales en el Estado español y 150 países donde está permitida su extracción y transformación. Francisco Martínez, trabajador de la fabrica Fibrocementos de Levante señalaba que “el amianto es un bomba del tiempo”, el cronometro esta encendido, la avaricia empresarial nos asedia a todos. Tras encabezar una larga lucha con la que se consiguió la prohibición del amianto, Angel Cárcoba en su alegato “Yo Acuso” [4] realiza un llamamiento para la creación de un Tribunal Penal Internacional del Trabajo“donde comparezcan y se diriman las responsabilidades de quienes convierten el trabajo en lugares de violencia, enfermedad y muerte”.

Nadine Trabas es socióloga y técnico en prevención en riesgos laborales


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[1] Irurzun, P, 2002, Ciudad Retrete, Txalaparta

[2] http://www.avida.es/

[3] Ángel Cárcoba Alonso es miembro del departamento de Salud Laboral de CC.OO. Presidió el Grupo de Trabajo de la Comisión Europea sobre amianto.

[4] Cárcoba, A., 2008, Yo acuso, Departamento de salud laboral de CCOO

sábado, 15 de mayo de 2010

Salud y justicia social

14 May 2010
JOAN BENACH Y CARLES MUNTANER
Junto a la crisis socioecológica, la desigualdad social es probablemente el tema más importante de nuestra época. Un dato lo ilustra: el 1% más rico de la población mundial acumula tanta riqueza como la mitad de la población más pobre. Esa desigualdad afecta dramáticamente a la salud y el bienestar de niños y adultos, ya que la mayor parte de los individuos no posee el bienestar material y social adecuado para disfrutar de una vida digna y sana. La gran mayoría de los nueve millones de niñas y niños que mueren al año lo hacen en unos países pobres cuya mortalidad infantil es 30 veces mayor a la de los estados ricos por causas evitables como la falta de agua potable y alimentos. La esperanza de vida global es de 68 años, pero alcanza los 80 en los países ricos, mientras que es de 50 de media en África y no llega a 40 en Zambia o Zimbawe. Una niña recién nacida de Sierra Leona vivirá 43 años menos que una niña sueca.Pero la desigualdad en la salud es un fenómeno que no sólo afecta a los países pobres, sino a toda la sociedad: cuanto peor es la situación socioeconómica, peor es también la salud. En el barrio pobre de Calton, en Glasgow, la esperanza de vida promedio es de 54 años, ocho menos que en India. Doce kilómetros al norte, en la zona rica de Lenzie, la esperanza de vida sube a 82 años.Contrariamente a lo que sostiene un pensamiento biomédico hoy hegemónico, la causa fundamental de estas desigualdades en la salud no radica en la genética, en los mal llamados estilos de vida o en los servicios sanitarios, por importantes que esos factores sean. Las enfermedades exclusivamente genéticas son sólo una proporción muy pequeña de los problemas de salud pública, y una predisposición genética casi siempre puede ser contrarrestada con intervenciones sociales apropiadas. Por su parte, los estilos de vida y la atención sanitaria se relacionan con factores sociales, como muestra el hecho de que las clases sociales más pobres tienen una mayor probabilidad de alimentarse peor, fumar, beber alcohol en exceso y tener peores servicios sanitarios. En realidad, la salud no la elige quien quiere sino quien puede, y hoy tres cuartas partes de la humanidad no pueden elegir libremente vivir en un medio ambiente o unas condiciones laborales sin riesgos para la salud. Un informe de la Comisión de Determinantes Sociales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo confirma al señalar que la acumulación tóxica de factores sociales injustos y evitables, como la desigualdad económica, la precariedad laboral, la contaminación ambiental, la inseguridad alimentaria, no tener una vivienda digna, o la falta de participación y democracia producen una mayor inequidad en la salud. La comisión llama a esos determinantes sociales las “causas de las causas” de la desigualdad en la salud.Si las causas que subyacen a la desigualdad en la salud son sobre todo sociales, también deben serlo las soluciones. Por ello, las políticas sociales para mejorar la equidad debieran ser una prioridad de gobiernos, partidos, sindicatos y la sociedad en general. Y ello, no sólo porque las políticas pueden reducir la desigualdad en la salud, sino porque analizar su evolución permite valorar el grado de justicia social de un país. Ilustrémoslo con el caso del desempleo. En 2009, más de 210 millones de personas estaban desempleadas (más de 21 millones en la UE, un tercio de los cuales con más de un año en paro, y ya más de cuatro millones en España) y con la actual crisis económica pueden aumentar este año en varias decenas de miles más. Estar desempleado aumenta la probabilidad de padecer enfermedades crónicas, ser fumador o alcohólico, estar deprimido o con ansiedad y morir prematuramente. Por ejemplo, se estima que la mortalidad de los parados de más de dos años de antigüedad es 3,5 veces mayor a la de las personas empleadas. En España, un desempleado tiene un riesgo tres veces mayor de padecer mala salud mental en comparación con quienes trabajan. Sin embargo, ese riesgo se reduce a dos cuando las personas tienen seguro de desempleo y aumenta hasta más de cinco veces cuando se acaba.Sin embargo, las administraciones públicas no sólo deben desarrollar políticas sociales, sino también evaluar sus efectos. Para ello, es clave disponer de sistemas de vigilancia de los determinantes sociales y la equidad en la salud que permitan conocer la evolución del desempleo en los grupos sociales (por clase social, género, situación migratoria, etc.), y evaluar el impacto de las políticas de empleo sobre la desigualdad. Desgraciadamente, esos sistemas de vigilancia son aún muy incipientes y apenas si se analiza la equidad en salud y los determinantes sociales relacionados con ella.La equidad en la salud es un tema muy poco conocido sobre el que no existe debate público. Nuestra mayor epidemia no son las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, o las enfermedades infecciosas, sino los determinantes sociales que las originan y producen desigualdad en la salud. En la actualidad, cuando economistas como Stiglitz o políticos como Sarkozy han cuestionado la utilidad de indicadores economicistas como el PIB –tan poco útiles para medir el impacto ambiental y el bienestar social producido por el crecimiento económico–, es fundamental conocer los determinantes sociales para diseñar políticas sociales que reduzcan las inequidades de la salud. Disponer de esos indicadores permitirá no sólo evaluar los logros y fracasos de las políticas sociales de los gobiernos, sino también medir el bienestar, calidad de vida y justicia social de cada país.
Joan Benach es profesor de Salud Pública en la Universidad Pompeu Fabra
Carles Muntaner es profesor de Salud Pública en la Universidad de Toronto

miércoles, 12 de mayo de 2010

La reforma de las pensiones y la desigualdad ante la muerte

Angeles Maestro
Rebelión
Quosque tandem abutere, Catilina, patientia nostra?[i].
El acuerdo del pasado Consejo de Ministros de proponer la elevación de la edad de jubilación de 65 a 67 años, la ampliación del periodo de tiempo para el cálculo de las pensiones – con el evidente objetivo de reducir su cuantía – y el anuncio para el próximo día 5 de febrero de los contenidos de una nueva reforma laboral – que sin duda alguna supondrá nuevos recortes de derechos laborales - , son las gotas que deben colmar el vaso de la paciencia de los trabajadores y trabajadoras.
Con 5 millones de desempleados, 1.200.000 familias con todos sus miembros en el paro, mientras se volatiliza el empleo precario creado en tiempos de beneficios empresariales fabulosos, cuando reforma tras reforma laboral se han endurecido los requisitos para acceder a la prestación por desempleo o a la jubilación; ahora que se han transferido centenares de miles de millones de euros a la banca y a la industria automovilística, que se han reducido sin parar los impuestos a las grandes fortunas y a los beneficios empresariales, las cotizaciones de la patronal a la seguridad social; ahora que se mantiene un fraude fiscal (del capital, claro) calculado en, al menos, 130.000 millones de euros, justo ahora, el Gobierno del PSOE, aprovechando la parálisis catatónica que, por el momento, es la expresión generalizada del pánico de la clase obrera, pretende descargar sobre ella la totalidad del coste de la crisis.
Pero lo más grave no son los recursos que nos arrancan, precisamente en la última etapa de nuestra vida, cuando nuestro cuerpo y nuestra mente ha envejecido y se ha desgastado produciendo la riqueza que nos han ido expropiando y que engrosa sus insultantes beneficios.
El colmo de la alienación y de la manipulación se expresa cuando el Gobierno y sus “expertos” sitúan el diagnóstico, y a partir de él su tratamiento, en el aumento de la esperanza de vida y, dicen ellos, el correspondiente incremento del tiempo transcurrido desde la jubilación hasta la muerte del trabajador. Lo que debería constituir, si fuera así, un avance indiscutible del desarrollo humano, es un obstáculo para que la bestia del capital siga engordando, es decir para que funcione la prioridad absoluta que rige la sociedad y a la que se supedita cualquier consideración que afecte a las personas que la integran.
Aunque no hubiera miles de ejemplos más, tan sólo este bastaría para definir al modelo social capitalista del siglo XXI como el depredador más feroz de seres humanos, precisamente cuando el desarrollo científico y tecnológico permitirían satisfacer las necesidades básicas de toda la humanidad.
La primera consideración que hay que hacer es que están manipulando los datos con el objetivo de confundir. La esperanza de vida, como sabe cualquier alumno de primer curso de estadística, no mide la edad promedio de la muerte, como pareciera indicar su nombre. La esperanza de vida es un indicador complejo elaborado a partir de las tasas de mortalidad a cada edad y que se ve influenciado decisivamente por la mortalidad infantil (primer año de vida) y, más aún, por la perinatal (primera semana de vida); es decir, el aumento de la esperanza de vida refleja fundamentalmente disminuciones en las tasas de mortalidad en las primeras etapas de la vida y no que se viva mucho más tiempo. Utilizar este argumento es una trampa indecente.
La segunda idea esencial es la más sangrante, y por ello la más celosamente ocultada: las enormes y crecientes desigualdades sociales ante la muerte.
A pesar de que los pocos estudios publicados no son recientes – no es ninguna casualidad – los datos, desde que existen estadísticas que comparan la mortalidad por clases sociales, reflejan lo mismo en todos los países capitalistas: las desigualdades se reflejan directamente en diferencias de mortalidad, que además se expresan de forma gradual (el descenso en cada nivel de la escala social se refleja en el correspondiente aumento de la mortalidad), que están aumentando desde hace décadas y que se exacerban en periodos de crisis económica.
El informe SESPAS 2000[ii] concluye con rotundidad: “La mortalidad es superior entre los trabajadores manuales en comparación con los profesionales y directivos (…) La Razón de Mortalidad Estandarizada entre ambas clases sociales [indicador que permite compararles] ha aumentado desde 1,27 en 1980-82 a 1,72 en 1988-90 y en casi todas las enfermedades las desigualdades se han incrementado. (…) Por otro lado se registra una asociación en forma de gradiente entre la privación material [desempleo, analfabetismo, clase social y hacinamiento] y mortalidad”. [iii]
Otro informe realizado sobre la mortalidad en la ciudad de Sevilla[iv], comparando diferentes barrios (Zonas Básicas de Salud), a pesar de ser un estudio indirecto (porque los territorios comparados no son homogéneos), arroja datos como los siguientes: la mortalidad prematura se multiplica por cuatro en los varones de las zonas más desfavorecidas en comparación con las más favorecidas; en mujeres, se multiplica por 2,6.
Es decir, no solamente la clase obrera es la que produce la totalidad de la riqueza que es usurpada por unos pocos, no solamente ve reducirse la capacidad adquisitiva de su salario y deteriorarse sus condiciones de vida en función de la plusvalía expropiada, no sólo es expulsada al paro como un trasto inservible cuando la patronal calcula que los beneficios no son suficientes; es que además los trabajadores y trabajadoras - con su cuerpo y en su mente convertidos en auténtico campo de batalla de la lucha de clases - pagan con la enfermedad y, sobre todo, con la muerte prematura, su dramático tributo al desarrollo del capitalismo.
Pero todo tiene un límite y la impostura de este Gobierno y la de los que le han precedido debe tenerlo también. La verdad desnuda es que no son capaces de esgrimir un solo argumento creíble, ni siquiera para los más ingenuos, de que estos nuevos hachazos a los derechos laborales y sociales pueden conseguir crear empleo, empezando por el contrasentido de incrementar la edad de jubilación.
Lo evidente es que después de tres décadas de genuflexiones sindicales y de agachar la cabeza pensando “a ver si no me toca a mí”, lo que hemos conseguido es retroceder a la ley de la selva en derechos, mientras el capital se llenaba los bolsillos como nunca.
Ahora, ante una crisis descomunal, lo que está claro es que, ni el Gobierno, ni el resto de la clase política, ni los capitalistas a quienes representan, tienen alternativa alguna que no sean nuevas vueltas de tuerca para reducir costes laborales y que prefieren que la locomotora capitalista se estrelle, antes de cambiar de vía y de conductor.
Un nuevo sindicalismo debe surgir y es preciso recorrer lo más deprisa posible los caminos del encuentro entre las organizaciones y las gentes que hacen de la democracia obrera, la dignidad y la lucha su razón de existir para canalizar la lucha obrera y popular. Es hora de decidir, y el suicidio, que aumenta dramáticamente entre quiénes individualmente no ven otra salida a la desesperación del paro y del desahucio, no es una alternativa.
[i] “¿Hasta cuando abusarás Catilina de nuestra paciencia?” Imprecación lanzada por Marco Tulio Cicerón contra Catilina en una reunión del Senado romano, ante las continuás conspiración de éste contra la República.
[ii] Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS)
http://www.sespas.es/informe2000/d1_01.pdf
[[iv] http://scielo.isciii.es/scielo.php?pid=S0213-91112004000100004&script=sci_arttext

El subdesarrollo social de España


23-10-2009
Vicenç Navarro
Público
Mírese como se mire, España está a la cola de la Europa Social. Los últimos datos de Eurostat, la agencia de recopilación de datos de la Unión Europea (UE) muestra como España es uno de los países de la UE que gasta menos fondos públicos en su estado del bienestar (que incluye pensiones, sanidad, educación, servicios de ayuda a las familias –como escuelas de infancia y servicios domiciliarios-, servicios sociales, vivienda social, prevención de la exclusión social, y otros). Y ello no se debe a que seamos pobres. En realidad, nuestro nivel de riqueza (medido por el PIB per cápita) es ya bastante próximo al del promedio de la UE-15 (93%), el grupo de países más ricos de la UE. En cambio, el gasto público social por habitante es sólo el 71%, situándonos a la cola de gasto público social en tal comunidad. Si en lugar del 71% nos gastáramos lo que nos corresponde por el nivel de riqueza del país, es decir el 93%, tendríamos 70.000 millones de euros más de lo que nos gastamos ahora. Éste es el déficit de gasto público social en España.
Si en lugar del gasto público social miramos el porcentaje de la población que trabaja en los servicios del estado del bienestar, tales como sanidad, educación, escuelas de infancia, servicios domiciliarios, servicios sociales y otros, podemos ver que, de nuevo, estamos a la cola de la UE-15. Sólo un 10% de la población adulta trabaja en tales servicios, comparado con un 15% en el promedio de la UE-15 y un 25% en Suecia. Las consecuencias de este bajo gasto y empleo público son múltiples. Sólo un dato significativo: España tiene el tiempo de visita al médico general de la sanidad pública más corto (6 minutos) de la UE-15. Este hecho que erróneamente se atribuye a la excesiva utilización de los servicios sanitarios por parte de la ciudadanía, se basa en la enorme subfinanciación de tales servicios, dificultando una mayor dedicación de los profesionales sanitarios a cada paciente. El gasto sanitario per cápita es sólo el 77% del promedio de la UE-15, el más bajo de tal comunidad.
Las causas de este subdesarrollo social de España son varias. Una es la dictadura mal llamada franquista, mal llamada porque fue mucho más que la dictadura del General Franco. Fue una dictadura de una clase que se caracterizó por su enorme represión (por cada asesinato político que cometió Mussolini, Franco cometió 10.000) y por su escasísima sensibilidad social. Cuando el Dictador murió, el gasto público social representaba sólo el 14% del PIB, un poco más de la mitad del promedio (22%) de los países que más tarde constituirían la UE-15. No existe plena conciencia en España del enorme retraso social y económico (además de político y cultural) que aquella dictadura supuso para las clases populares de España. En 1936, año en que tuvo lugar el golpe fascista, España tenía el mismo nivel de desarrollo que Italia. Cuando el dictador murió, España tenía sólo el 68% del nivel de riqueza que tenía Italia. El rechazo de la derecha española, el PP, a condenar (por nombre y sin paliativos) aquel régimen, es un indicador de su escasísima cultura democrática y es un hecho sin similitudes en Europa, donde la mayoría de las derechas ha condenado regimenes semejantes. La complicidad en esta insensibilidad de ciertas voces de izquierda, debiera indignar a cualquier persona con conciencia democrática. Es una vergüenza que España sea el único país que quiere procesar a un juez –Garzón- por querer enjuiciar aquel régimen. El hecho de que esta situación ocurra tiene mucho que ver con el retraso social de España, pues ambos hechos responden a la misma causa: el enorme poder de las fuerzas conservadoras, herederas de aquel régimen, en nuestro país.
La democracia en España, a pesar de las enormes insuficiencias existentes, permitió la expresión de los deseos populares, entre los cuales está, siempre, la expansión del estado del bienestar. Tal deseo, muy marcado en la segunda mitad de los años ochenta, con movilizaciones populares, permitió reducir el enorme déficit de gasto público social por habitante. Pero, en el año 1993, el gobierno PSOE, aliándose con la derecha catalana, CIU, dio prioridad a la reducción del déficit del estado (como instruía el Tratado de Maastricht) a base, no de aumentar los impuestos de las clases más pudientes, sino de disminuir el gasto público, incluyendo el gasto público social. Se inició así una política de austeridad del gasto público, incluyendo el social, (continuada y expandida por el gobierno Aznar) que explica que, cuando se alcanzó el equilibrio de las cuentas del Estado, España volviera a estar a la cola de la Europa Social. Los ingresos al estado, en lugar de continuar reduciendo el déficit de gasto público social se habían invertido en reducir el déficit del estado. En 2004, España estaba de nuevo a la cola de la UE-15 en gasto público social. El euro y la integración en la UE se había hecho a costa de su estado del bienestar.
El gobierno Zapatero, presionado por los partidos a su izquierda, incrementó notablemente el gasto público social, pero no lo suficiente para cubrir el enorme déficit que tenemos con la UE-15. En realidad, este déficit en 2006 (último año del que tenemos cifras homologables con la UE), es superior al existente en 1993 cuando se inició la austeridad de gasto social. Lo que es sorprendente es el silencio mediático y político sobre la existencia de este gran déficit. Y ello se debe al enorme poder de clase del 30% de la población, de mayor renta en el país, que no sufre las enormes insuficiencias de gasto público social (al utilizar los servicios privados) y se resiste a pagar los impuestos que le corresponden. Pero además de poder de clase, existe el poder de género. El machismo es el responsable de que las mayores carencias del estado del bienestar sean precisamente aquellos servicios, como los servicios de ayuda a las familias, que en España quiere decir mujer.
Vicenç Navarro. Catedrático de Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra, y Director del Observatorio Social de España

¿Y si todos fuéramos enfermos mentales?


Miguel Jara
Como les contaba ayer hoy voy a ofrecerles un análisis de las novedades que anuncia el DSM-V y algunas otras cosas interesantes. Me baso en el artículo publicado en Le Temps, un diario suizo bajo el título de Todos somos enfermos mentales. La traducción al castellano es de Eloisa Cano Hutton, lo que se agradece, así como a Inma Guignard Luz, que lo ha difundido. Comenta dicho artículo en referencia la patologización de todo y entre otras cosas de las preferencias sexuales:
“Los homosexuales han hecho lo imposible para salirse [del DSM]. Los asexuales han reivindicado lo mismo y están casi consiguiéndolo. Y al contrario podemos observar la llegada de los ‘hipersexuales’ en el ámbito muy frecuentado de las personas que sufren patologías mentales. Todo esto resume nuestra época. El manual en cuestión quiere considerarse un monumento de ciencia pura, indiferente a la Historia. ¿Inocencia?”.
La quinta versión del DSM V se publicará en 2013. El mundo aguanta la respiración. Porque de la “biblia de la psiquiatría” depende la nueva separación entre enfermos y sanos, narra Le Temps.
“2013 verá tal vez ocurrir una transición histórica: el planeta Tierra estará poblado por una mayoría de enfermos mentales. ‘Esto pone sobre la mesa preguntas interesantes’ ironiza François Ansermet, jefe de la psiquiatría infantil de Ginebra: en el futuro, ¿habrá que curar a los ‘normales’?“.
El DSM es la obra de referencia mundial en psiquiatría. Su único competidor es el capítulo Trastornos mentales o del comportamiento de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIM-10) de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los psiquiatras suizos, sobre todo en los informes realizados para las compañías de seguros, se basan tanto en uno como en otro. Poco a poco, el DSM se ha convertido en un manual que reduce el trastorno mental a una suma de síntomas. Lo que se ha perdido por el camino es la psicopatología, es decir el esfuerzo de entender a una persona que sufre en la “coherencia de su comportamiento”, como claman lo especialistas críticos. Triunfa la descripción plana del individuo, se olvida la profundidad del mismo y la visión del conjunto de cada ser humano al “obsesionarse” con detalles:
“Entre las novedades del DSM-V, encontramos una innovación metodológica que consiste en tener en cuenta no solo la naturaleza del síntoma sino también su intensidad. Una iniciativa loable en sí misma, que hace justicia al hecho de que ‘las emociones se presentan como un continuum’, dice Pierre Bovet [profesor de Psiquiatría en Lausanne y experto en esquizofrenia]: del humor depresivo a la depresión patológica, por ejemplo. Por otro lado, como escribe Bertrand Kiefer, ‘en función de donde se ponga el cursor sobre el continuum, se puede acelerar o desecar el mercado de la enfermedad mental. No es muy grande el suspense que hace falta para saber de qué lado soplará el viento’”.
Conclusión: ¿La vida no es, en sí misma, una enfermedad?
Más info: El libro La salud que viene. Nuevas enfermedades y el marketing del miedo (Península, 2009) contiene un capítulo titulado El malestar confortable. La salud es un lema de palabras enfermas que trata sobre estos asuntos
Fuente: http://www.migueljara.com/2010/03/02/%C2%BFy-si-todos-fueramos-enfermos-mentales/

Informe de 1978 para la industria tabacalera británica

"Necesitamos algo para que la gente muera"
La industria tabacalera de Reino Unido manejó a finales de los setenta la idea de vender que fumar era bueno porque el cáncer reducía el número de personas mayores dependientes
EMILIO DE BENITO - Madrid - 12/08/2009

A finales de los setenta, la industria tabacalera estaba en un "momento crítico". Las evidencias de la relación entre su producto y el cáncer de pulmón eran ya incontestables, y el sector estaba "siendo cuestionado en muchas direcciones". Así lo recoge un informe de la asesoría Campbell-Johnson para la Asociación Británica de Tabacaleras. Han pasado 30 años desde entonces, pero parece que algunas de las consideraciones del texto no cayeron en saco roto. Ante la inminencia de un cambio en la legislación española que endurezca las actuales limitaciones para fumar en público, el Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo ha desvelado este estudio. Seguramente, algunas de sus afirmaciones fueron sólo para consumo interno. Pero eso no les quita interés, aunque ya no se puedan aplicar al pie de la letra.
"El tabaco tiene la función social de limitar el número de personas mayores dependientes que la economía debe mantener". Esta consideración está contenida en un documento para manejar las relaciones públicas que la industria tabacalera británica encargó a finales de 1978. El propio autor reconoce que "obviamente" este argumento "no se puede usar públicamente", pero lo desarrolla: "Con un aumento general de la esperanza de vida, necesitamos algo para que la gente muera. En sustitución de los efectos de la guerra, la pobreza y el hambre, el cáncer, considerado como la enfermedad de los países ricos, desarrollados, tiene un papel que jugar". Esta idea, considerada un "factor psicológico para continuar el gusto de la gente por fumar como algo placentero, aunque sea un hábito peligroso, no debe ser infravalorado".
En el texto se reconoce el daño que le puede hacer a la industria la asociación del fumar con el cáncer de pulmón. "Este reto médico ha actuado como una bomba nuclear de efecto duradero" para el sector, admite el informe. Pero aún así, sugiere varias posibilidades para contrarrestar su efecto. Intentar negarlo es "escoger plantear la batalla donde la oposición [al tabaco] es más fuerte", así que habrá que esperar: "Con algún tremendo avance en lo que sabemos de las causas del cáncer o el descubrimiento de un potente inhibidor oncológico, se puede transformar la controversia sobre tabaco y salud", sugiere. Por eso, "la industria necesita estar preparada ante un repentino avance médico".
La otra posibilidad que sugería el informe era que la presión sobre el tabaco cediera ante la importancia que estaba tomando en aquella época el estudio del cáncer de mama. En cambio, advertía sobre otro posible frente médico: "El papel del hábito [de fumar] como un importante factor de riesgo cardiaco".
Entonces -recordemos, 1978-, para la industria todavía quedaba una batalla médica que dar: la de los fumadores pasivos, en el "límite de lo creíble". "Se ha intentado definir como un riesgo sanitario general en lugar de un peligro limitado a ciertos grupos restringidos de población".
También sugieren un posible peligro. Que la demonización del tabaco vaya acompañada de una relajación ante la marihuana, o una asociación entre ambas sustancias. Aunque el tabaco sea una "droga de relajación" que puede ser "una bendición para la humanidad en un mundo estresado", su asociación con la marihuana sería perjudicial.
Si la defensa sanitaria del tabaco ya se daba por perdida en 1978, quedaba la batalla social. "El humo del tabaco tiene una importante capacidad de molestar, y la incapacidad de los fumadores para tener en cuenta la comodidad de los demás es una de las razones importante que ahora se usan para condenar el hábito", indica.
Para combatir esta mala imagen, el documento sugiere varias líneas. "Todavía hay margen para intentar conseguir que el fumar se considere uno de los hábitos que no son cuestionables per se", indica. Una de las actuaciones es promover un código de conducta entre los fumadores que, si se siguen, "asegurará que no sean acusados por los no fumadores de que asumen arrogantemente el derecho a contaminar el aire a su alrededor". "Su tono tiene que ser franco y positivo", y uno de sus objetivos debe ser "restaurar la imagen del fumador como una persona extravertida y sociable, y no el ser el neurótico, apestoso y marginal que pintan los antifumadores".
La otra es la creación -"con la bendición de la industria"- de asociaciones de fumadores. El propio texto reconoce que hacer esto es difícil si se quiere que parezca una organización independiente, pero añade una posible línea de actuación: "La protección de la libertad para elegir de todo individuo adulto en cualquier campo (aunque especialmente para fumar)" y "la defensa de los fumadores contra una injusta discriminación o restricción en su disfrute del tabaco". Este es uno de los motivos por los que grupos científicos como el CNPT acusan a las asociaciones profumadores de trabajar en beneficio de la industria.