antidepresivos 
España está por encima de la media de la organización en consumo de estos medicamentos y es el séptimo país de la Unión Europea que más consume y ocupa el décimo lugar entre los 23 analizados. Según los datos del informe Panorama de la salud, la dosis media diaria era en 2011 de 64 por cada 1.000 adultos, más del doble que en el año 2000 (cuando era del 28,2) y superior a la media de la OCDE, que está en 56. El país donde más antidepresivos se consumen es Islandia, con 106, seguido de Australia, Canadá, Dinamarca, Suecia, Portugal, Reino Unido, Finlandia y Bélgica.
"El consumo de antidepresivos ha aumentado significativamente en la mayoría de los países de la OCDE desde el 2000", en parte por la "mayor intensidad y duración" de los tratamientos, según el informe.
FUERTE AUMENTO EN ESPAÑA Y PORTUGAL
El consumo en España y Portugal llama la atención de la organización. Entre 2007 y 2011 ha aumentado en un 23%, coincidiendo con los años de la crisis. Sin embargo, en ese mismo período en Alemania aumentó un 46%. Entre el 2003 y el 2007 el consumo en España se incrementó en un 28%.
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"Se recetan y se consumen más antidepresivos", constata el doctor Jesús J. de la Gándara, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario de Burgos. "Los factores son varios: el primero el aprendizaje de los médicos de atención primaria. Ya no hay que ir al psiquiatra, algo que daba miedo". Por otra parte, se están usando "y correctamente" para "otros fines no estrictamente antidepresivos, como el pánico, los transtornos de ansiedad", explica. "Es mucho más fácil usarlos, porque te los tomas y ni te enteras tú ni los demás, y además se ha ampliado el uso a otros dolores crónicos o transtornos psicosomáticos", explica Gándara.
LOS ANTIDEPRESIVOS NO CURAN LA INFELICIDAD
Los médicos sí reconocen que se usan en ocasiones "contra el estrés, contra las adversidades de la vida", un uso incorrecto y contraproducente, según Gándara. Jordi Alonso, director del programa de epidemiología y salud pública vinculado al Hospital del Mar de Barcelona, ve normal el uso creciente de antidepresivos, ya que trastornos como la depresión han estado históricamente poco y mal tratados. "Es peor el mal uso, o el uso durante un tiempo que no es el adecuado, que el abuso o la sobremedicación", según el doctor.
¿Hay relación entre la crisis y el consumo de antidepresivos? Ambos médicos coinciden en que no, al menos no de manera determinante. Los efectos dramáticos de la crisis sí provocan la aparición de más patologías, pero eso no quiere decir que los antidepresivos se estén convirtiendo en un refugio. "Los estudios epidemiológicos indican que en los últimos años han crecido trastornos como la depresión o la ansiedad", según Alonso. Según él, no se está haciendo un uso indebido de los antidepresivos, terreno en el que todavía hay margen para ampliar su prescripción por los nuevos usos y el fin del estigma que hasta hace poco suponía tomarlos.
"Alrededor de un 70 o un 80% de las personas que necesitan antidepresivos los toman", según el doctor de la Gándara. "Pero los antidepresivos a las personas sanas lo único que le provocarán serán efectos secundarios", advierte. En ese sentido, son más peligrosos otros fármacos, como los tranquilizantes, "que generan mayores riesgos, como la pérdida de memoria o la adicción". En otras palabras, el "¿no duermes? Tómate un tranquilizante", en palabras del Doctor, que alerta de que una vez en esa senda las probabilidades de no dejarlos jamás es alta.