A. G. R. Madrid 16/05/2011 08:00
Rafael Cofiño, bloguero y médico.
Mi Vida sin Ti no es sólo casi el título de una película de Isabel Coixet. Según Rafael Cofiño, experto en salud pública y uno de sus impulsores, es una plataforma independiente y sin financiación externa sólo ha costado "los 15 euros del dominio" en internet, lanzada por blogueros interesados en temas de salud. Su objetivo: informar desde el sentido común y contrarrestar la "medicalización compulsiva" de la decisión de dejar de fumar favorecida por las farmacéuticas. Una iniciativa "con" y "para" el ciudadano, no "anti", explica, que va creciendo.
¿Por qué crear Mi Vida sin Ti?
Pretende ser un espacio en internet que ofrezca ayuda clara, global, transparente, no vinculada a intereses de la industria, para informar, apoyar y facilitar la decisión de dejar de fumar. Nace a principios de 2011 al considerar que la nueva ley es una oportunidad para que las personas se replanteen su relación con el tabaco.
¿Hace falta ir al médico para dejar de fumar?
La gran mayoría de las personas que ha dejado de fumar (alrededor del 70%) lo ha hecho sin necesidad de ayuda profesional o farmacológica. Por supuesto, esto no quiere decir que haya que perder la visión integral del abordaje. Sólo apuntara a la necesidad de evitar medicalizar un tema que se puede abordar sin fármacos.
¿Cómo afecta en esta área el conflicto de intereses entre profesionales sanitarios e industria farmacéutica?
Por ejemplo, en que la mayoría de los esfuerzos, formación, investigación y presupuestos se destinen a ese 30% de intervenciones más medicalizadoras y no al 70% de intervenciones de salud pública y promoción de la salud, menos medicalizadoras. También afecta a la propia seguridad del paciente y de la población sana.
¿Qué conlleva el exceso de ensayos clínicos sobre fármacos y la carencia de investigación en salud pública?
Que se focaliza la solución en donde, mayoritariamente, no está: en la intervención milagrosa. En obviar las causas de las cosas y la investigación de los determinantes sociales en salud. O, simplemente, que se rasca bien, pero donde no pica, donde no hay verdaderos problemas de salud. Esto es la medicalización de la vida diaria, una de las responsables de la saturación de las consultas en Atención Primaria.
¿Qué otras áreas están medicalizadas?
Muchas: salud de la mujer, chequeos generales Pero la principal de todas, la propia formación sanitaria del colectivo médico. Mientras no pongamos el acento en una formación más holística, más orientada al paciente en un contexto real y de determinantes sociales, tendremos la batalla perdida. Vendrán artefactos tecnológicos o fármacos deslumbrantes que harán chiribitas los ojos de pseudocientificos, gestores, población y políticos, pero habremos perdido la esencia de lo que es la medicina y la salud.
Rafael Cofiño, bloguero y médico.
Mi Vida sin Ti no es sólo casi el título de una película de Isabel Coixet. Según Rafael Cofiño, experto en salud pública y uno de sus impulsores, es una plataforma independiente y sin financiación externa sólo ha costado "los 15 euros del dominio" en internet, lanzada por blogueros interesados en temas de salud. Su objetivo: informar desde el sentido común y contrarrestar la "medicalización compulsiva" de la decisión de dejar de fumar favorecida por las farmacéuticas. Una iniciativa "con" y "para" el ciudadano, no "anti", explica, que va creciendo.
¿Por qué crear Mi Vida sin Ti?
Pretende ser un espacio en internet que ofrezca ayuda clara, global, transparente, no vinculada a intereses de la industria, para informar, apoyar y facilitar la decisión de dejar de fumar. Nace a principios de 2011 al considerar que la nueva ley es una oportunidad para que las personas se replanteen su relación con el tabaco.
¿Hace falta ir al médico para dejar de fumar?
La gran mayoría de las personas que ha dejado de fumar (alrededor del 70%) lo ha hecho sin necesidad de ayuda profesional o farmacológica. Por supuesto, esto no quiere decir que haya que perder la visión integral del abordaje. Sólo apuntara a la necesidad de evitar medicalizar un tema que se puede abordar sin fármacos.
¿Cómo afecta en esta área el conflicto de intereses entre profesionales sanitarios e industria farmacéutica?
Por ejemplo, en que la mayoría de los esfuerzos, formación, investigación y presupuestos se destinen a ese 30% de intervenciones más medicalizadoras y no al 70% de intervenciones de salud pública y promoción de la salud, menos medicalizadoras. También afecta a la propia seguridad del paciente y de la población sana.
¿Qué conlleva el exceso de ensayos clínicos sobre fármacos y la carencia de investigación en salud pública?
Que se focaliza la solución en donde, mayoritariamente, no está: en la intervención milagrosa. En obviar las causas de las cosas y la investigación de los determinantes sociales en salud. O, simplemente, que se rasca bien, pero donde no pica, donde no hay verdaderos problemas de salud. Esto es la medicalización de la vida diaria, una de las responsables de la saturación de las consultas en Atención Primaria.
¿Qué otras áreas están medicalizadas?
Muchas: salud de la mujer, chequeos generales Pero la principal de todas, la propia formación sanitaria del colectivo médico. Mientras no pongamos el acento en una formación más holística, más orientada al paciente en un contexto real y de determinantes sociales, tendremos la batalla perdida. Vendrán artefactos tecnológicos o fármacos deslumbrantes que harán chiribitas los ojos de pseudocientificos, gestores, población y políticos, pero habremos perdido la esencia de lo que es la medicina y la salud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario