Andrés Terol
Martes 11 de mayo de 2010
Cuando hablamos de las víctimas de accidentes laborales o enfermedades profesionales, generalmente, nos referimos a trabajador@s en activo. Sin embargo, nadie se acuerda de las paradas y parados que, de manera invisible para los datos oficiales, ven como su salud se deteriora a causa de la falta de empleo.
Los parados pertenecen a la misma clase obrera; como tal, sufren sus consecuencias y, por lo tanto, son arrastrados a la marginalidad más vulnerable. La falta de recursos económicos, la desconfianza, la falta de respuestas por parte de los que nos gobiernan y la consecuente pérdida de autoestima, entre otros factores, provocan en la persona parada un cambio negativo en su estado de ánimo. Ésto, a su vez, se manifiesta en su cuerpo de forma patológica. La ansiedad, el estrés, la depresión, las enfermedades cardiovasculares, las alteraciones nerviosas, el alcoholismo, la drogadicción, el suicidio, la desnutrición (dependiendo del caso)…son algunas de las consecuencias directas del desempleo.
¿Y de quién es la culpa? El responsable del paro es, en primer lugar, el sistema capitalista, incapaz de garantizar un estado de bienestar. Los otros culpables son aquellos que actuan como engranajes del sistema: banqueros, políticos y empresarios que anteponen sus propios intereses a las necesidades básicas de la clase trabajadora. En este mundo injusto, si no trabajamos no podemos satifaces tales necesidades. Una persona sin trabajo no cobra; sin dinero no come y sin comida, enferma o se muere y, en ocasiones, roba y es encarcelada.
Por todo esto reivindico que sean reconocidas las enfermedades profesionales provocadas por la crisis y que las cifras sean visibles y transparentes.
Más información en www.stopaccidenteslaborales.blogspot.com www.prouaccidentslaborals.blogspot.com
Gracias compañeros por darnos la oportunidad de opinar.
Martes 11 de mayo de 2010
Cuando hablamos de las víctimas de accidentes laborales o enfermedades profesionales, generalmente, nos referimos a trabajador@s en activo. Sin embargo, nadie se acuerda de las paradas y parados que, de manera invisible para los datos oficiales, ven como su salud se deteriora a causa de la falta de empleo.
Los parados pertenecen a la misma clase obrera; como tal, sufren sus consecuencias y, por lo tanto, son arrastrados a la marginalidad más vulnerable. La falta de recursos económicos, la desconfianza, la falta de respuestas por parte de los que nos gobiernan y la consecuente pérdida de autoestima, entre otros factores, provocan en la persona parada un cambio negativo en su estado de ánimo. Ésto, a su vez, se manifiesta en su cuerpo de forma patológica. La ansiedad, el estrés, la depresión, las enfermedades cardiovasculares, las alteraciones nerviosas, el alcoholismo, la drogadicción, el suicidio, la desnutrición (dependiendo del caso)…son algunas de las consecuencias directas del desempleo.
¿Y de quién es la culpa? El responsable del paro es, en primer lugar, el sistema capitalista, incapaz de garantizar un estado de bienestar. Los otros culpables son aquellos que actuan como engranajes del sistema: banqueros, políticos y empresarios que anteponen sus propios intereses a las necesidades básicas de la clase trabajadora. En este mundo injusto, si no trabajamos no podemos satifaces tales necesidades. Una persona sin trabajo no cobra; sin dinero no come y sin comida, enferma o se muere y, en ocasiones, roba y es encarcelada.
Por todo esto reivindico que sean reconocidas las enfermedades profesionales provocadas por la crisis y que las cifras sean visibles y transparentes.
Más información en www.stopaccidenteslaborales.blogspot.com www.prouaccidentslaborals.blogspot.com
Gracias compañeros por darnos la oportunidad de opinar.
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