En España, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica es igual a tabaco
Los nuevos broncodilatadores mejoran el tratamiento
de los afectados por la enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Una
patología poco conocida que solo en España afecta a dos millones de
personas.
En España, el 95% de los casos de EPOC los produce el tabaco.. RC
Hay 120 millones de afectados por la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) en todo el mundo y se prevé que, para 2020, se haya convertido en la tercera causa de muerte.
"En España hay más de dos millones de pacientes con EPOC de los
cuales una gran mayoría no están diagnosticados", señala el doctor José
Luis López Campos, neumólogo del Hospital Virgen del Rocío
(Sevilla). "Con frecuencia, van al especialista debido a que comienzan a
sufrir un ahogo progresivo que les impide hacer la vida normal". Los síntomas del EPOC son: dificultad para respirar, esputo anormal, tos crónica, sibilancias –sonido que hace el aire al pasar por las vías respiratorias congestionadas– y opresión en el pecho. "En ese escenario,
los broncodilatadores tienen un papel esencial porque, al mejorar la
función pulmonar, hacen que el paciente respire mucho mejor,
que el aire entre con mucha facilidad y esa sensación de ahogo
desaparezca", dice el doctor López Campo. "El tratamiento hace probable
que no se agudice la enfermedad. Estas son las dos grandes ventajas que
tiene el conseguir que el paciente haga un tratamiento broncodilatador
de mantenimiento".
Durante un encuentro organizado por Novartis Internacional, en el marco del Congreso de la Sociedad Europea de Enfermedades, se presentaron avances en la investigación de tratamientos broncodilatadores para pacientes con EPOC. En primer lugar, se expuso la comparación de dos medicamentos, bromuro de glicopirronio y tiotropio, dentro del estudio Spark. La conclusión fue que
ambos consiguen mejorar la función pulmonar, los síntomas crónicos, el
uso de medicación de rescate y la disminución de las agudizaciones.
Según López Campo, uno de los ponentes del evento, el glicopirronio
tiene ventajas añadidas frente al tiotropio: la rapidez de acción y su
precio.
En segundo lugar, se aseguró que la broncodilatación dual, en la que se combina maleato de indacaterol y bromuro de glicopirronio, es mejor que la utilización de un solo broncodilatador.
"Se producen menos síntomas, menor uso de medicación de rescate y
mejora en la calidad de vida", mantiene el doctor López Campo. La EPOC
no tiene cura, pero el tratamiento continuado permite una mejora en la
calidad de vida del paciente, siempre que este abandone el tabaco. "Es
verdad que no solo fumar la produce, pues también se asocia a la
exposición laboral pero, en España, el 95% de los casos los produce el
tabaco… En España, EPOC es igual a tabaco", mantiene el doctor López Campo.
Para el especialista, la EPOC es la enfermedad más lentamente progresiva de toda la patología respiratoria. Un paciente que empieza a fumar a los 14 años, como sucede en promedio, no sufrirá los primeros síntomas hasta superar los 40 años. Es
decir, fumará durante muchos años, más de 25, hasta que empiece a tener
un poquito de ahogo, de tos. Son los síntomas iniciales que se asoman
paulatinamente, nunca de golpe.
"A los pacientes que acuden al médico por enfermedades asociadas
al tabaco, como las cardiovasculares y el cáncer, se les debe hacer una
espirometría (una prueba que mide volumen y ritmo del flujo de aire dentro de los pulmones), para comenzar un tratamiento lo antes posible,
algo que sabemos que tiene un impacto importante en la progresión de la
enfermedad", asegura el doctor López Campo. Sin embargo,
todavía muchos pacientes no se alarman, no visitan al médico, y toman el
camino contrario: adaptan su actividad diaria a esta desmejora del
organismo.
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