M. LLORENTE. Zaragoza 27/07/2010 a las 06:00
El Tribunal confirma la sentencia de 2008 del Juzgado de lo Social nº 1 de Zaragoza contra la empresa, que deberá pagar más de 427.000 euros.
Aunque el afectado Jesús Gracia Mallén, que trabajó desde los 14 años hasta los 60 en la CAF, ya no podrá verlo porque el mesioteloma pleural maligno, que le causó la sobreexposición al amianto, se lo llevó por delante a los 63 años, tres después de prejubilarse, su viuda y sus hijos, al final, después de varios años de lucha y una dura espera, ven que "se ha hecho justicia".
"Espero que la sentencia del Tribunal Supremo sirva para que los compañeros de mi padre que se puedan ver en esto, ya sabiendo lo que les espera, por lo menos no tengan que discutir con la empresa y se llegue a un acuerdo rápidamente para que sus familias no sufran tanto". Es lo que desea Fernando Gracia, que ayer, junto a su madre, Adoración Guzmán, recibió del despacho de abogados Gutiérrez Arrudi la noticia de que el Tribunal Supremo confirmaba la sentencia contra CAF ya dictada el 29 de julio de 2008 por el Juzgad de lo Social nº 1 de Zaragoza y avalada por la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Aragón el 18 de noviembre de ese mismo año, y que la empresa recurrió, y que condenaba a Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles, S. A. (CAF, S. A.) a pagar al trabajador ya fallecido Jesús Gracia una indemnización de 427.050,27 euros por la Incapacidad Permanente Absoluta derivada de enfermedad profesional atribuible al amianto.
Para el despacho de abogados Gutiérrez Arrudi, "lo más importante es que se ha hecho justicia. Jesús era una persona excepcional por su calidad humana. Siempre se entregaba a los demás. Durante muchos años fue presidente del comité de empresa de CAF y conocía lo que le iba a pasar de primera mano. Pese a eso, nos animaba a todos a continuar, era un luchador y un magnífico trabajador que merecía lo que se le ha dado". "Él no luchaba por su caso sino por los de los demás que han ido saliendo en la CAF", atestigua Adoración, la viuda de Jesús Gracia: "Él siempre fue consciente de que cualquier día le podía pasar a él y al final le pasó. Esta enfermedad es muy cruel y se lo llevó rápido y con dolor. Pasarlo ha sido muy duro. El enfermo sabe que es su sentencia de muerte, pero el que está a su lado también lo sabe". Es un miedo que tienen todos los trabajadores de CAF. Esa sensación la tienen dentro", corrobora el hijo del trabajador fallecido.
La mayor indemnización en CAF
La indemnización que esta familia percibirá de CAF por daños y perjuicios causados por el amianto, es la de máxima cuantía que se ha fijado en España, según Gutiérrez Arrudi, que ensalzó también la "sensibilidad" de la juez del Juzgado de lo Social número 1 de Zaragoza y posteriormente de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Aragón. "La sentencia inicial, ahora avalada por el Tribunal Supremo, era muy valiente y socialmente avanzada. Si en la instancia hay jueces que hacen un trabajo magnífico, después se nota", añadió. Aunque ha habido que esperar dos años, ahora solo resta ejecutar la sentencia, sobre la que se aplica el interés legal, por lo que la parte demandante confía en que no se demore.
"Al final, lo que satisface es más que nada la sensación de justicia. Más que la indemnización, que no importa tanto, es ver que después de toda una vida trabajando se demuestra que lo que mi padre pedía era justo", confiesa Fernando Gracia, mientras que para su madre lo esencial de esta sentencia es que el esfuerzo de su marido, y su compromiso -porque "el siempre defendía a los compañeros-ha merecido la pena".
El Tribunal confirma la sentencia de 2008 del Juzgado de lo Social nº 1 de Zaragoza contra la empresa, que deberá pagar más de 427.000 euros.
Aunque el afectado Jesús Gracia Mallén, que trabajó desde los 14 años hasta los 60 en la CAF, ya no podrá verlo porque el mesioteloma pleural maligno, que le causó la sobreexposición al amianto, se lo llevó por delante a los 63 años, tres después de prejubilarse, su viuda y sus hijos, al final, después de varios años de lucha y una dura espera, ven que "se ha hecho justicia".
"Espero que la sentencia del Tribunal Supremo sirva para que los compañeros de mi padre que se puedan ver en esto, ya sabiendo lo que les espera, por lo menos no tengan que discutir con la empresa y se llegue a un acuerdo rápidamente para que sus familias no sufran tanto". Es lo que desea Fernando Gracia, que ayer, junto a su madre, Adoración Guzmán, recibió del despacho de abogados Gutiérrez Arrudi la noticia de que el Tribunal Supremo confirmaba la sentencia contra CAF ya dictada el 29 de julio de 2008 por el Juzgad de lo Social nº 1 de Zaragoza y avalada por la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Aragón el 18 de noviembre de ese mismo año, y que la empresa recurrió, y que condenaba a Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles, S. A. (CAF, S. A.) a pagar al trabajador ya fallecido Jesús Gracia una indemnización de 427.050,27 euros por la Incapacidad Permanente Absoluta derivada de enfermedad profesional atribuible al amianto.
Para el despacho de abogados Gutiérrez Arrudi, "lo más importante es que se ha hecho justicia. Jesús era una persona excepcional por su calidad humana. Siempre se entregaba a los demás. Durante muchos años fue presidente del comité de empresa de CAF y conocía lo que le iba a pasar de primera mano. Pese a eso, nos animaba a todos a continuar, era un luchador y un magnífico trabajador que merecía lo que se le ha dado". "Él no luchaba por su caso sino por los de los demás que han ido saliendo en la CAF", atestigua Adoración, la viuda de Jesús Gracia: "Él siempre fue consciente de que cualquier día le podía pasar a él y al final le pasó. Esta enfermedad es muy cruel y se lo llevó rápido y con dolor. Pasarlo ha sido muy duro. El enfermo sabe que es su sentencia de muerte, pero el que está a su lado también lo sabe". Es un miedo que tienen todos los trabajadores de CAF. Esa sensación la tienen dentro", corrobora el hijo del trabajador fallecido.
La mayor indemnización en CAF
La indemnización que esta familia percibirá de CAF por daños y perjuicios causados por el amianto, es la de máxima cuantía que se ha fijado en España, según Gutiérrez Arrudi, que ensalzó también la "sensibilidad" de la juez del Juzgado de lo Social número 1 de Zaragoza y posteriormente de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Aragón. "La sentencia inicial, ahora avalada por el Tribunal Supremo, era muy valiente y socialmente avanzada. Si en la instancia hay jueces que hacen un trabajo magnífico, después se nota", añadió. Aunque ha habido que esperar dos años, ahora solo resta ejecutar la sentencia, sobre la que se aplica el interés legal, por lo que la parte demandante confía en que no se demore.
"Al final, lo que satisface es más que nada la sensación de justicia. Más que la indemnización, que no importa tanto, es ver que después de toda una vida trabajando se demuestra que lo que mi padre pedía era justo", confiesa Fernando Gracia, mientras que para su madre lo esencial de esta sentencia es que el esfuerzo de su marido, y su compromiso -porque "el siempre defendía a los compañeros-ha merecido la pena".
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