I. ARISTU. Zaragoza 28/08/2010 a las 04:00
En 2009 todas las estaciones con datos volvieron a incumplir los umbrales para proteger la salud. El Ayuntamiento destaca que desde hace dos años la tendencia es a la baja. Las obras -en la imagen, las de Arcosur- son uno de los focos de emisión de estas micropartículas.HERALDO
La situación está mejorando, pero los habitantes de Zaragoza siguen soportando niveles de partículas en suspensión superiores a los límites establecidos para la protección de la salud humana. Según las estadísticas recopiladas por Ecologistas en Acción a partir de los datos del Ayuntamiento, el año pasado todas las estaciones de control que midieron este tipo de contaminación atmosférica volvieron a superar los umbrales máximos permitidos. No obstante, el número de incumplimientos fue inferior al de años anteriores, algo que el Consistorio valora muy positivamente."Es cierto que sigue habiendo superaciones de los valores límite, pero en estos temas las mejoras llevan tiempo -destaca el director de la Agenda 21 Local, Javier Celma-. Lo importante es que desde 2007 se observa una clara tendencia a la baja en los niveles de partículas, y además esperamos que los datos de este 2010 sean aún mejores que los del año pasado".Las partículas en suspensión son un tipo de contaminación atmosférica que debe controlarse en virtud de lo establecido en el Real Decreto 1073/2002 sobre evaluación y gestión de la calidad del aire. Se trata de sustancias sólidas o líquidas de distinto origen -polvo, polen, hollín, humo?- que, debido a su pequeño tamaño, resultan imperceptibles para el ojo humano. Se les denomina con las siglas PM10, ya que su diámetro es igual o inferior a las 10 micras, es decir, menos de la centésima parte de un milímetro.Su tamaño hace que las PM10 sean inhaladas por las personas y lleguen con facilidad al sistema respiratorio causando efectos adversos para la salud: tos, asma, agravamiento de otras enfermedades respiratorias?Los principales focos de generación de estas partículas son el tráfico, la industria, las obras y las calefacciones domésticas. No obstante, también están presentes en el aire por causas naturales, ya que el viento arrastra todo tipo de sustancias. De hecho, las intrusiones de polvo sahariano son otro de los factores que suele disparar los niveles de PM10.
Umbrales límite
Desde el 1 de enero de 2005, la cantidad de partículas en suspensión no debe superar una determinada media anual. Además, también existe un límite diario que no puede rebasarse más de 35 jornadas al año. Sin embargo, en Zaragoza esos umbrales se habían superado en los cuatro últimos ejercicios con datos -de 2005 a 2008-, lo que provocó que la Comisión Europea incluyera a Zaragoza en un procedimiento de infracción abierto contra España por este tipo de incumplimientos.Como puede observarse en el gráfico adjunto, los datos recopilados por Ecologistas en Acción muestran que en 2009 la situación mejoró, pero no lo suficiente. Por un lado, solo una de las seis estaciones con datos, la de la avenida de Navarra, incumplió la media máxima anual -en 2008 fueron cuatro-. Por otro, todas ellas volvieron a rebasar el límite diario en más de 35 ocasiones, aunque el número de esas superaciones fue inferior al de años anteriores.
Mejoras "a largo plazo"
Los registros son aún mejores si se comparan con los de 2007, y por eso el Ayuntamiento considera que la evolución del problema es positiva. "Ecologistas en Acción interpreta los datos de forma un poco distinta, pero no hay grandes diferencias entre sus datos y los nuestros -admite Javier Celma-. Dicho esto, en la contaminación por partículas las curvas de mejora se trazan a largo plazo, y por eso hay que destacar que en los últimos años la tendencia es a la baja".El director de la Agenda 21 Local del Consistorio destaca también que los umbrales máximos los marca la legislación europea y que son "muy estrictos", tanto que en el sur del continente resultan "casi imposibles de cumplir".Además, y para tranquilizar a la población, Celma recuerda que el Consistorio analizó la composición de las partículas presentes en el aire de Zaragoza. "La gran mayoría eran de origen natural y apenas encontramos metales pesados, lo que hace que el riesgo para la salud sea mucho menos elevado", comenta.En cuanto al procedimiento de infracción contra España, en el que la Comisión Europea afirma que la capital aragonesa "no ha adoptado ningún plan de calidad del aire", el director de la Agenda 21 Local de Zaragoza aclara que ese plan sí que existe y que forma parte de la estrategia de cambio climático y calidad del aire aprobada por el pleno municipal en abril del año pasado. "Igual nuestro error fue hacer un documento conjunto, pero es una cuestión formal -señala Celma-. Lo importante es que el plan ya está dando resultados".