miércoles, 28 de abril de 2010

Salud y seguridad en trabajo



Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo
Cada año mueren más de 2 millones de personas a causa de accidentes o enfermedades relacionadas con el trabajo. De acuerdo con estimaciones moderadas, se producen 270 millones de accidentes en el trabajo y 160 millones de casos de enfermedades profesionales. La seguridad en el trabajo difiere enormemente de país en país, entre sectores económicos y grupos sociales. Los países en desarrollo pagan un precio especialmente alto en muertes y lesiones, pues un gran número de personas están empleadas en actividades peligrosas como agricultura, construcción, industria maderera, pesca y minería. En todo el mundo, los pobres y los menos protegidos – con frecuencia mujeres, niños y migrantes – son los más afectados. La OIT pone especial atención en desarrollar y aplicar una cultura de seguridad y salud preventiva en el lugar de trabajo. En 2003, la OIT instituyó el 28 de abril como Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo para destacar la necesidad de prevención de enfermedades y accidentes laborales, utilizando como punto de apoyo el tripartismo y el diálogo social. El 28 de abril es también el día mundial que el movimiento sindical asocia a la conmemoración de las víctimas de accidentes o enfermedades relacionadas con el trabajo.

Nuevos riesgos en un mundo del trabajo en continua transformación



Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo
Comunicado de prensa
Fecha de la publicación
27 de abril de 2010
Referencia
ILO/10/17
Unidad responsable
Comunicación e Información al Público
Tema
seguridad y salud en el trabajo
Otros idiomas
EnglishFrançais
GINEBRA (Noticias de la OIT) – El Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo se celebra este año en un contexto de nuevos riesgos en el mundo del trabajo y la creciente preocupación sobre el impacto de la crisis económica mundial”, según afirmó hoy la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Se ha organizado un gran número de eventos alrededor del mundo, desde marchas y ceremonias hasta seminarios, conferencias, muestras y talleres destinados a promover el diálogo sobre seguridad y salud en el trabajo (SST). Todas las actividades apuntan a aumentar la compresión sobre temas relacionados con SST en el mundo del trabajo y fomentar una cultura de la prevención.
“En este Día Mundial debemos destacar los nuevos riesgos y estrategias de prevención en un mundo del trabajo en continua transformación”, dijo Juan Somavia, Director General de la OIT, en una declaración emitida en ocasión del día. Somavia agregó que uno de los elementos que preocupan “es el recrudecimiento de los trastornos psicosociales vinculados a las nuevas situaciones de estrés y presión laborales en la economía mundial”.
“Últimamente, la crisis económica padecida en las empresas ha tenido efectos nefastos para muchos trabajadores”, dijo Juan Somavia. “Al poner en marcha y sostener la recuperación, debemos aprovechar la oportunidad para formular enfoques integrados de trabajo decente radicados en la seguridad y salud en el trabajo. Tras la crisis, debemos actuar de manera concertada para prevenir una espiral degenerativa de las condiciones de trabajo y promover una recuperación basada en el trabajo decente”.
Un folleto titulado “Riesgos emergentes y nuevos modelos de prevención en un mundo de trabajo en transformación”, publicado con motivo del Día Mundial, resume los nuevos temas clave sobre SST, incluyendo aquellos relacionados con innovaciones técnicas, como la nanotecnología y la biotecnología. Además, el folleto sostiene que los expertos en SST han observado un preocupante aumento de los trastornos causados por el estrés laboral debido a la incapacidad de “hacer frente a los nuevos modelos de la vida laboral”.
Además, la OIT adoptó hace poco una nueva lista de enfermedades profesionales, que incluye por primera vez los trastornos mentales y del comportamiento, así como los desordenes psicológicos posteriores al trauma. El Consejo de Administración de la OIT también adoptó un Plan de Acción para lograr una extensa ratificación e implementación efectiva de los instrumentos sobre seguridad y salud (Convenio No. 155, su Protocolo de 2002 y el Convenio No. 187).
“Tanto la nueva lista como las normas del trabajo de la OIT sobre SST ofrecen un marco común para los países miembros de la OIT”, dijo Seiji Machida, Director del Programa SafeWork de la OIT. “La OIT hace un llamado para que las normas del trabajo acordadas a nivel internacional sean un instrumento primario para reducir la carga humana y económica de los accidentes y enfermedades relacionados con el trabajo”.
Los datos de la OIT señalan que cada día mueren cerca de 6.300 personas como resultado de lesiones o enfermedades relacionadas con el trabajo, lo cual corresponde a más de 2,3 millones de muertes al año. Además, cada año ocurren cerca de 337 millones de accidentes en el lugar de trabajo que resultan en ausencias prolongadas del trabajo.
“El costo humano que representa esta tragedia diaria es incalculable”, dijo Juan Somavia. “Sin embargo, se estima que el costo económico que conlleva la pérdida en días de trabajo, tratamiento médico y prestaciones abonadas en efectivo asciende cada año al 4 por ciento del PIB mundial. Esta cifra supera el valor total de las medidas de estimulo adoptadas para responder a la crisis económica de 2008-09”.
Día Internacional de la Seguridad y Salud en el Trabajo 2010, por favor visite: http://www.ilo.org/safework/events/safeday/lang--en/contLang--es/WCMS_124302/index.htm

DÍA MUNDIAL DE LA SEGURIDAD


Los trastornos laborales se multiplican por 10
En el nuevo listado también se incluirán accidentes cardiovasculares
Una red de alertas indentificará los centros de trabajo con mayor incidencia
Actualizado martes 27/04/2010 14:18 (CET)

ELMUNDO.es EFE
MADRID.- La Seguridad Social ampliará su catálogo de enfermedades laborales para incluir afecciones comunes como el infarto de miocardio y los trastornos psicosociales (procesos depresivos y otras cuestiones psíquicas como la ansiedad o el estrés), de modo que pasará de englobar 30.000 a 300.000 patologías, según ha anunciado el secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado.
El secretario hizo el anuncio en la apertura de la jornada 'La información como herramienta necesaria en el conocimiento del daño asociado al trabajo', organizada por la Seguridad Social y el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene del Trabajo, en conmemoración del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, que se celebra el 28 de abril.
Granado ha explicado que se introducirá en el catálogo una tercera categoría de patologías no traumáticas, junto a las ya existentes de accidentes y enfermedades profesionales.
El secretario de Estado, que las ha calificado de "enfermedades del trabajo", ha recordado que "tienen el mismo grado de protección que el accidente del trabajo" y que enfermedades laborales con origen profesional claro.
En el nuevo listado se incluirán en su mayoría accidentes cardiovasculares o patologías psicosociales (depresión, ansiedad...) desarrolladas en ámbitos docentes o intelectuales derivadas de tensiones laborales, y que "son nueve o 10 veces superiores a las enfermedades profesionales".
Granado ha precisado que la clasificación de las patologías del trabajo la efectuaron responsables de la Seguridad Social en colaboración con el Ministerio de Sanidad.
"Esperamos tener las comunicaciones de todas las mutuas de accidentes de trabajo y de las entidades gestoras de Seguridad Social a partir del 1 de julio, para que funcione con cierta provisionalidad, pero a partir del 1 de enero ya estará a pleno rendimiento", aseveró.
El titular de Seguridad Social ha señalado que "este sistema de comunicación de enfermedades del trabajo es probablemente pionero en el mundo" y ha destacado la importancia del sistema de comunicación de Enfermedades Profesionales implantado hace cuatro años en la Seguridad Social española y que ha sido catalogado por EUROSTAT como el mejor de Europa.
Granado ha agregado que complementariamente se dispondrá de una red de alertas que identifique no sólo los centros de trabajo en los que hay enfermedades profesionales sino también en los que hay una mayor incidencia de enfermedades comunes.
Además, ha asegurado que también se realizarán "diagnósticos precoces" sobre las condiciones de trabajo en España, que permitan modificarlas "antes de que los trabajadores pierdan capacidad, sufran invalidez y deban retirarse del mercado de trabajo, con una pensión de incapacidad".
Incentivos por baja siniestralidad
Durante la jornada, Granado también ha destacado la puesta en marcha de los incentivos a las empresas que hayan acreditado una baja de la siniestralidad laboral y en las que rigen procesos de prevención de riesgos laborales pactados con los trabajadores.
"Estas empresas tendrán derecho a recibir una parte porcentual, pequeña en un principio, pero que puede crecer con el paso de los años si se considera que la iniciativa tiene efectos positivos, a lo que hay que añadir una devolución de las cuotas de la Seguridad Social", ha señalado.
En la práctica es un proceso de riesgos compartidos, es decir, "las empresas hacen una inversión para mejorar las condiciones de salud y seguridad de los trabajadores, con ello disminuye la siniestralidad laboral y entonces lo lógico es que la reducción de los costes de la siniestralidad laboral se traslade a las empresas".
Según el secretario de Estado de la Seguridad Social "aspiramos a que el bonus sea el elemento central de una estrategia pactada entre empresarios y trabajadores de mejora de las condiciones de trabajo en las empresas españolas". El real decreto aprobado podrá rebajar hasta un 10% las cotizaciones por contingencias profesionales y supondrá la devolución de unos 130 millones de euros este año.
Octavio Granado reflexiona sobre el sistema español de protección social, donde "se invierte muy poco en prevención y demasiado en paliar esa falta de prevención". Se trata -añade- de invertir esa tendencia y gastar más dinero en prevenir Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales, gracias a los ahorros que vayamos consiguiendo a través de la prevención".
Incapacidad laboral en España y Europa
A tenor de un estudio sobre morbilidad y las causas de concesión de pensiones de incapacidad por enfermedad común, Granado explica que España está en una óptima situación en relación con los países del norte de Europa en cuanto a determinada clase de enfermedades como las psicosociales.
A esto contribuyen circunstancias como "un mayor número de horas de sol o la dieta mediterránea". Sin embargo, "estamos peor situados en otro tipo de riesgos, fundamentalmente en los procesos tumorales y en los riesgos músculo-esqueléticos". Este tipo de patologías son las más frecuentes en España y en las que menos se ha progresado. "Sabemos qué tipo de padecimiento tenemos, qué tipo de problemas plantea realizar trabajos continuados en determinadas posiciones y, sin embargo, mantenemos los mismos problemas de salud, enfermedad y bajas laborales que teníamos hace 20 años".

Día internacional de la seguridad y la salud en el trabajo

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La salud laboral se cobra 167.000 vidas al año en la UE
Cada día fallecen en el mundo 6.300 personas por accidentes y enfermedades profesionales. Son más de 2,3 millones de personas al año y se producen 337 millones de bajas laborales. Es un coste alto, que representa el 4% del PIB mundial.
Juanjo BASTERRA BILBO
La falta de seguridad y salud en el trabajo es todavía un grave problema en este inicio del siglo XXI. Ni los gobiernos ni las administraciones públicas actúan con la suficiente contundencia para que los empresarios cumplan con la prevención, la seguridad y la salud en el trabajo, como indica la legislación en esta materia. El resultado es un drama diario. Juan Somavia, director general de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT), recuerda que cada día mueren 6.300 personas por accidentes y enfermedades relacionadas con el trabajo, lo que representa 2,3 millones de fallecidos al año. Además se producen 337 millones de accidentes con «bajas laborales prolongadas», según apunta Somavia.
El máximo mandatario de esa organización internacional recuerda que «el coste humano que representa esta tragedia diaria es incalculable» y advierte de que «el coste económico que conlleva la pérdida en días de trabajo, tratamiento médico y prestaciones abonadas en efectivo asciende cada año al 4% del PIB mundial». Es una cantidad muy elevada porque, como explica Juan Somavia, «esa cifra supera el valor total de las medidas de estímulo adoptadas para responder a la crisis económica de 2008 y 2009».
La OIT recuerda que «arrastramos los riesgos del pasado», pero «debemos destacar los nuevos riesgos y estrategias de prevención en un mundo de trabajo en continua transformación. El progreso tecnológico -precisa- va acompañado de nuevos riesgos en el lugar de trabajo, diversas modalidades de empleo y una evolución constante de la composición demográfica de la fuerza de trabajo».
Destaca nuevos riesgos como la nanotecnología, la biotecnología y la manipulación química. Somavia recuerda que la crisis económica padecida en las empresas «ha tenido efectos nefastos para muchos trabajadores». Para la OIT, «ha llegado el momento de aunar esfuerzos para que la seguridad y la salud en el trabajo formen parte integrante de las estrategias destinadas a lograr un desarrollo sólido, sostenible y equilibrado».
Esa constante sangría por las malas condiciones en el trabajo no mejora. En la UE fallecen al año 167.000 personas por el trabajo, cuando se supone que es una economía desarrollada.
En Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa fallecieron el año pasado 84 trabajadores, pero si se añaden las muertes de otros 16 ex trabajadores contaminados por amianto hablamos de un centenar, que es la media de los últimos años. En 2010 son ya 24 los fallecidos, a los que hay que añadir a los 6 por amianto. En la CAV, los datos del primer semestre indican que vuelve a crecer la siniestralidad laboral.
MOVILIZACIONES
ELA se manifiesta en Bilbo a partir de las 10.00 desde la plaza Biribila hasta la sede de Lakua. LAB a las 11.30 parte desde Mutualia hasta la Diputación en Bilbo, en Iruñea a las 12.00 desde la plaza del Castillo hasta Sarasate y en Donostia, a las 12.30 desde el Boulevard hasta Diputación. CCOO, tras una asamblea, se concentra ante Confebask (12.00), y UGT, a las 12.00, en la plaza Elíptica. ESK y STEE-EILAS se manifestarán en Bilbo a las 11.00 desde la plaza Biribila.
La precariedad eleva el riesgo de accidentes
Euskadiko Gazte Kontseilua (EGK), ante la conmemoración del Día Internacional de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, apeló a que «por la salud laboral de la juventud, acabemos con la precariedad». Se calcula que un joven tiene 2,5 veces más probabilidades de sufrir un accidente que un trabajador veterano.
Estudios realizados en la UE y en otros países desarrollados, según la OIT, reconocen que el estrés es «un factor que provoca entre el 50% y 60% de los días laborales perdidos». Un informe de Mutua Navarra, que recoge Navactiva, explica que entre un 3% y un 10% del volumen de facturación de una empresa puede perderse por las consecuencias económicas de un entorno de trabajo no saludable. «Por cada euro invertido en la buena salud de los trabajadores se obtiene un beneficio de tres euros», afirma, aunque las empresas no se han dado cuenta. Así lo confirmó la Asociación de Víctimas del Amianto de Euskadi, que exigió ante la Inspección de Trabajo que las enfermedades derivadas del amianto sean declaradas como enfermedad profesional y se cree un fondo de compensación. Juanjo BASTERRA

domingo, 18 de abril de 2010

Fibromialgia nada poética ¿una cuestión de Lyrica?

Publicado por Miguel Jara el 21 de Enero de 2008

Clara Valverde, profesora de enfermería y escritora

Hace unos días se publicó la noticia de que la FDA (la Agencia estadounidense de Alimentación y Medicamentos) había aprobado el fármaco Lyrica (pregabalina) para la fibromialgia. Esto ha llevado a la prensa internacional a imitar al New York Times y enfocar esta noticia por el lado de si existe o no la fibromialgia y si la poderosa multinacional farmacéutica que fabrica Lyrica, Pfizer, tiene que inventarse una enfermedad (fibromialgia) para tener importantes ganancias.
Pero el tema no es ese. La fibromialgia existe: es una enfermedad multisistémica clasificada por la Organización Mundial de Salud con el número M79.9 (CIE-10, Clasificación Internacional de Enfermedades, última versión) y tiene una prevalencia del 2,4% de la población. No es una enfermedad psicológica. Personas con una predisposición genética a la fibromialgia pueden desarrollar la enfermedad en la que hay una respuesta anómala del sistema nervioso que hace que la persona tenga mucho dolor, cansancio y otros síntomas.
Se cree que también juegan un papel importante en esta enfermedad la hipoxia celular (falta de oxígeno en las células) y el óxido nítrico. La presencia de tóxicos en nuestra vida cotidiana puede ser otro factor que desencadena esta enfermedad.
La fibromialgia existe y Lyrica (un anticonvulsivo) ayuda a algunas personas con esta enfermedad (pero con efectos secundarios importantes). Entonces, ¿cuál es el problema? El gran problema es quién receta Lyrica, cómo y por qué. La fibromialgia es una enfermedad compleja y multisistémica. Esto requiere diagnosticarla correctamente por especialistas con una gran experiencia ya que los síntomas de la fibromialgia pueden ser, en realidad, de muchas otras condiciones o patologías.
No existen apenas médicos ni unidades especializadas en el Estado Español que puedan trabajar correctamente con la fibromialgia. Las administraciones piensan, como gran parte de la sociedad, que la fibromialgia es una condición “light”, la “fibrototal”, sobre la cual hacen bromas tantos profesionales sanitarios.

Si una persona con fibromialgia en España consigue ser diagnosticada y tratada por un especialista (idealmente de medicina interna) con experiencia en fibromialgia (lo cual ocurre poco), habría que ver si la Lyrica es una opción válida dentro de una estrategia terapéutica centrada en las disfunciones de ese paciente en particular.

También hay que tener en cuenta que muchas personas con fibromialgia tienen sensibilidades químicas lo cual limita qué y cuánta medicación se puede recetar. El uso de la Lyrica tiene que estar integrado en un asesoramiento ambiental (químicos, dieta, etc) de la vida del paciente.

Las administraciones públicas insisten en que la fibromialgia puede ser diagnosticada y tratada en Atención Primaria. Esto es peligroso. Los médicos de Primaria no tienen ni los conocimientos, ni el acceso a analíticas ni pruebas específicas, ni el tiempo para el tipo de seguimiento que la fibromialgia requiere.

La farmacéutica Pfizer sabe que la prevalencia de fibromialgia es muy alta. Es un gran mercado con grandes ganancias. Esto hace que estén llevando a cabo campañas de promoción de Lyrica. En todos los foros y blogs de pacientes con fibromialgia en España, se habla constantemente de Lyrica.
Esto llevará a un mal uso de esta medicación, un uso masivo, lo cual tiene consecuencias graves para el paciente que no debería tomarla o que debería tomarla en dosis muy pequeñas con un seguimiento cuidadoso y constante. Al ser una enfermedad multisistémica, si el enfermo de fibromialgia toma una medicación para uno de los sistemas, facilmente los otros sistemas del cuerpo se verán afectados.

El hecho de que los enfermos de fibromialgia estén, en España, “aparcados” en Atención Primaria, es lo más peligroso de Lyrica. Los médicos de Primaria quieren “quitarse de encima” estos pacientes que no mejoran y que en muchas ocasiones son denominados de manera despectiva “hiperfrecuentadores” de los servicios de salud.

La manera más fácil, pueden pensar los médicos, es recetar Lyrica. Y Pfizer se está ocupando de que en los países occidentales los doctores piensen eso.

SECUELAS DE LOS TRATAMIENTOS

¿Quién cuida el corazón de los pacientes con cáncer?
Las antraciclinas, Herceptin o el cisplatino se encuentran entre los más cardiotóxicos


Actualizado miércoles 16/12/2009 04:55 (CET)

MARÍA VALERIO
MADRID.- En un futuro imaginario, una nueva especialidad médica podría hacerse un hueco en los pasillos de los hospitales: la cardio-oncología. Aunque lo más realista, como apunta un nuevo trabajo publicado en las páginas de la revista 'The Journal of the National Cancer Institute', es pedir a los cardiólogos y a los oncólogos que trabajen juntos para proteger el corazón de los pacientes con cáncer, que sufre importantes secuelas por culpa de algunos de los fármacos oncológicos.
La cardiotoxicidad es uno de los efectos adversos mejor conocidos de algunas quimioterapias (y fármacos específicos contra el cáncer de mama, como Herceptin). Y sin embargo, a pesar de ello, no existen aún guías claras sobre cuál debe ser el seguimiento y vigilancia de los pacientes que pasan por estos tratamientos para evitar posibles complicaciones.
Adriana Albini, al frente del servicio de Investigación del Instituto Multimédica de Milán, ha llevado a cabo una revisión de la literatura médica para tratar de desentrañar qué fármacos son los que provocan más secuelas cardiacas, cómo se puede identificar a los pacientes de mayor riesgo y qué podría hacerse en el futuro en el terreno de la prevención.
Sus palabras en el último JNCI son una llamada de atención para que oncólogos y cardiólogos trabajen juntos, en equipos multidisciplinares capaces de evaluar a los pacientes desde que se les diagnostica el cáncer hasta que abandonan la consulta de oncología y deben empezar su seguimiento.
Un problema creciente
Porque, como ellos mismos indican, con el envejecimiento de la población, el diagnóstico cada vez más precoz de muchos tumores y la larga supervivencia que se consigue hoy en día con los tratamientos, este problema no hará sino aumentar en el futuro.
Como explica a ELMUNDO.es el presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), Emilio Alba, habría que distinguir entre los pacientes jóvenes o de mediana edad que pueden sufrir problemas de corazón a largo plazo como consecuencia de ciertos fármacos; o los ancianos que ya tienen alguna patología cardiovascular de base cuando se les diagnostica un tumor.
Mientras en el primer grupo es fundamental la prevención "y de ser capaces de montar un sistema de asistencia inteligente para prevenir y detectar a tiempo las complicaciones"; en el caso de pacientes cardiacos, "hay que saber ajustar los tratamientos contra el cáncer para evitar administrarles los fármacos más cardiotóxicos y aquilatar bien el balance entre riesgos y beneficios".
El doctor Alba reconoce que en España aún no está bien interiorizado esa cuestión "y tenemos que conseguir que los pacientes salgan de nuestras consultas [de oncología] conociendo estos riesgos y sabiendo que deben vigilarse". A menudo, añade, un buen control en las consultas de atención primaria puede ser suficiente.
"Los oncólogos de hoy en día deben estar atentos para evitar complicaciones cardiovasculares; mientras que los cardiólogos deben estar preparados para ayudarles a elegir la mejor opción de terapia", concluye Albini. De hecho, coincidiendo con este artículo, otra investigación publicada en las páginas de la revista 'British Medical Journal' alerta de que los niños tratados de un cáncer pueden tener problemas de corazón incluso transcurridos 30 años.
Por eso, ésta debe ser otra población en la que se recomienda una vigilancia estrecha (con revisiones cardiacas cada cinco años), para evitar que el daño cardiaco sea el precio a pagar por sobrevivir al cáncer.Las antraciclinas, Herceptin o el cisplatino se encuentran entre los más cardiotóxicos

Sanidad pública.Pagar por lo ya pagado

23-03-2010

Ángel Navarro
Periódico Diagonal
Con la disculpa de la crisis económica, se prepara una nueva agresión a la sanidad pública: la introducción del copago, una fórmula de financiación por la que los enfermos pagan una cantidad a cambio de algunos servicios. Dada su gravedad, esta medida podría ser tomada por los partidos mayoritarios mediante un acuerdo en el Pacto de Estado sobre la salud que les permita aplicarla repartiéndose el desgaste político.
El copago consiste en volver a pagar por algo que ya hemos pagado, y se intenta justificar sobre una supuesta “insostenibilidad del sistema” provocada por el incremento del gasto y un supuesto abuso de los pacientes, lo que oculta que dedicamos más de un punto menos del PIB a la sanidad pública que la media de la UE-15. Podría concretarse en el cobro de una cantidad por acudir al centro de salud, al especialista o a urgencias, por cada día de ingreso hospitalario, por ciertas pruebas diagnósticas, por la comida, por acceder a prestaciones que el sistema público no ofrece, o con la retención de un porcentaje de los medicamentos en los pensionistas.
Con el objetivo de estar preparados ante el anuncio de esta medida, debemos subrayar que supone un ataque directo al salario social de la población. La sanidad no es gratis, ya la pagamos con nuestros impuestos, resultado de muchos años de lucha de los trabajadores.
Posibles efectos adversos
Por otra parte, el copago incrementaría la desigualdad. Diversos estudios demuestran sus efectos perversos. En los casos en los que se ha puesto en marcha (en casi toda la UE salvo en Dinamarca, Gran Bretaña, Polonia, Lituania, Grecia y España, que sólo tienen copago farmacéutico) no se ha demostrado que se haya contenido el gasto y sí que ha disminuido la equidad, lo que afecta a las personas con menos recursos, ancianos y enfermos crónicos. Incluso ha incrementado la utilización de las urgencias, las hospitalizaciones y la mortalidad. Persigue asimismo mercantilizar aún más la sanidad, para que mediante el pago de cantidades pretendidamente simbólicas, interioricemos que hay que pagar por la obtención de prestaciones sanitarias. Quieren convertir nuestra salud en una mercancía.
Por último, el copago clasificaría a la población según su nivel económico, primer paso para establecer un sistema de beneficencia para las rentas más bajas. Además, aunque se excluya del copago a los sectores de menor nivel de renta, aún sería enorme el número de ciudadanos que tendría serios problemas para poder acceder al sistema sanitario: en el Estado español un 63% de los trabajadores son ‘mileuristas’.
Del otro lado, el argumento más usado es que no hay dinero para sufragar la sanidad pública, pero se han inyectado más de 230.000 millones de euros al sistema financiero, mientras que la economía sumergida alcanza entre el 23% y el 25% del PIB (en la UE-15, entre el 10-12%). Cada año Hacienda deja de ingresar 90.000 millones de euros debido al fraude fiscal, mientras que en 2009 sólo se dedicaron a sanidad 63.238 millones.
Otro caso es la rebaja y/o eliminación del impuesto de sucesiones y donaciones, lo que supone una gran pérdida de ingresos, ya que en 2007 se ingresaron por él casi 3.000 millones de euros (el equivalente al gasto sanitario anual de Canarias). Al suprimir el Impuesto de Patrimonio se dejan de ingresar unos 2.100 millones de euros. Su restablecimiento sólo para los 47.614 contribuyentes que declaran un patrimonio individual superior a 1,5 millones de euros, supondría unos 1.240 millones de euros (similar al gasto sanitario anual de Extremadura).
Otra gestión posible
¿Cómo se pretende que los ciudadanos tengan confianza en el sistema fiscal si más de tres millones de empresarios y profesionales liberales declaran menos ingresos, IRPF, que la media de los asalariados? ¿Cómo es posible que los empresarios cobren menos de media que sus propios asalariados?
Es posible reducir gastos y dedicar el ahorro a actividades más necesarias y de mayor impacto sanitario, como los pacientes crónicos, las camas de media y larga estancia, la salud bucodental o la salud mental. Para ello habría que centralizar las compras de suministros y medicamentos, no financiar aquellos fármacos que no aportan ninguna ventaja sobre los existentes y son más caros, rescatar de manos de la industria farmacéutica la formación de los médicos, optimizar las instalaciones de diagnóstico, tratamiento y quirófanos en turnos de mañana y tarde (lo que disminuiría las listas de espera y las derivaciones a la privada), reducir el aparato burocrático de gestión y rescatar los centros sanitarios privatizados con el modelo ‘concesión’, cuyos contratos a 30-60 años son una auténtica bomba de relojería financiera para el sistema sanitario.*
Ángel Navarro pertenece a la Coordinadora Antiprivatización de la Sanidad (CAS)
Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/Pagar-por-lo-ya-pagado.html

Los sindicatos alemanes advierten contra el "dopaje" en el trabajo

16-07-2009


Agencias
Son cada vez más los trabajadores que recurren a remedios para incrementar su rendimiento y afrontar "el creciente estrés"
La Confederación Alemana de Sindicatos (DGB) ha advertido contra un peligroso incremento del "dopaje" en el trabajo por el temor a la pérdida de empleo como consecuencia de la crisis económica y financiera internacional. Son cada vez mas los trabajadores que echan manos de remedios para incrementar su rendimiento "para hacer frente al crecientes estrés, lo que tiene consecuencias fatales para la salud", afirma Annelie Buntenbach, miembro de la ejecutiva de la DGB en declaraciones que publica hoy el rotativo "Ruhr Nachrichten".
La líder sindical advierte de que "el 'dopaje' en el puesto de trabajo" y la decisión de muchos trabajadores de ocultar y disimular enfermedades para no solicitar una baja pueden tener consecuencias muy negativas para las propias empresas y los sistemas sociales. "La respuesta a la crisis no puede ser mas trabajo y mayor presión laboral", afirma Annelie Buntenbach, quien asegura que "el temor a la pérdida del empleo hace que muchos trabajadores acudan enfermos a su puesto de trabajo".
Las propias cajas de salud han reconocido que el temor a la pérdida de empleo ha hecho caer en picado las solicitudes de bajas laborales por enfermedad. Mientras estas alcanzaban un porcentaje del 5,07 por ciento hace unos años, actualmente se sitúan a un nivel de 3,24 por ciento y con tendencia a reducirse aun mas.

Vivir con 11 euros diarios en España

España : Opinión

16-06-2009

Paco Roda
Rebelión
Aquí mismo, en este reino de España que presume de sentarse entre los 20 grandes del capitalismo global, donde la esperanza de vida roza la inmortalidad, donde se alardea de felicidad por decreto, donde las ventas de cosméticos, pese a la crisis, crecieron el l1% durante 2008, donde las cadenas de televisión, tanto públicas como privadas, ingresaron casi 3.500 millones de euros a lo largo del mismo año, donde el 68% de la población dice tener un estado de salud bueno o muy bueno, donde el dinero cruje y donde las grandes fortunas pesan más que la conciencia de sus poseedores; aquí, digo, vive gente que gana, es un decir, 11 euros diarios. Nada de inmigrantes, nada de gente sin techo, nada de lo visto en la banalización televisiva de la pobreza que emite Callejeros, nada de eso, es gente de aquí, reconocibles, puede ser su vecina o su vecino, autóctonos, gente sola, entrada en años, muchos años, con achaques y malestares, de cuerpo y alma, con biografías marcadas por la dureza de una vida que ya encara el crepúsculo. Gente para la que la vida se ha convertido en una guerra temporal ante un reducido numero de posibilidades. Gente acostumbrada a la precariedad por decreto, a la pobreza de obligado cumplimiento. Ancianos y ancianas solas con más de 65 años forman parte de este colectivo sin líderes ni banderas. Ellos y ellas son gente mayor, a veces muy mayor, que no ha cotizado lo suficiente para acceder a otras pensiones contributivas más elevadas. Son los pensionistas que disponen de una pensión no contributiva. Ganan, y esto es mucho decir, 4.709 euros al año, es decir 6.498 dólares que es la moneda en la que se miden los índices de pobreza o riqueza de los países y los índices del PIB per capita. En 2008 había en España, según datos oficiales, casi 500.000 personas que cobraban 336,33 euros mensuales procedentes de esta pensión que se reconoce a aquellos ciudadanos que se encuentran en situación de necesidad protegible y carecen de recursos suficientes para su subsistencia en los términos legalmente establecidos. Si ustedes se preguntan quienes son, les diré que la gran mayoría, un 77%, son mujeres solas, entre 80 y 85 años, con vivienda en propiedad pero muy deteriorada, en ocasiones sin calefacción, o con ella pero sin utilizar. Porque el calor cuesta. Así que se conforman con el suyo propio, que ya es poco. Una gran mayoría son solteras, aunque hay bastantes viudas. Tienen, eso sí, vecinos y vecinas, pero muy poca o nula red familiar y una muy limitada autonomía personal que se agrava por la restringida autonomía económica a la que están condenadas. Es gente con graves problemas de salud, una salud que a ellas les cuesta más mantener, porque ésta no solo se reduce a la visita médica. Pero este colectivo de pobres de solemnidad no conmociona a casi nadie. Son invisibles por su poca capacidad de presión, por su nula presencia y por su inexistente capacidad de crítica social. Ni sindicatos, ni partidos políticos, ni colectivos, ni oenegés, ni grupos de presión. Nadie se ha puesto en su piel. Nadie se alía con ellos más allá de las declaraciones solidarias exigidas por la crítica políticamente correcta. Porque pareciera que aquí, en este reino de la satisfacción ya nadie se indigna y donde, a veces, la verdad no solo ya no escuece, sino que además es prescindible. Viven con muy poco, a lo sumo con la soledad infinita como única compañía. Y es que pasan el tiempo, un tiempo casi muerto, recluidos en sus hogares incapaces de socializar poco más allá del rellano de la escalera. Ellos podrían configurar un pequeño estado. Si así lo hicieran, ustedes se asombrarían al comprobar que ganan por término medio 80 veces menos que cualquier ciudadano español. Pero aun se sorprenderían más si supieran que su diminuta y sonrojarte renta per capita está a la altura de la de Angola, Méjico o Bielorrusia. La crítica fácil de esta situación sería su impecable y necesaria denuncia. Pero sería injusto si no se le reconociera a estas pensiones el efecto corrector que en su día tuvieron sobre la pobreza. Y es que estas pensiones surgieron en la década de los años 90 como consecuencia de un proceso que tuvo en cuenta dos factores fundamentales. La crisis económica de los años 70 desencadenó la primera economía sumergida, con ello se incrementó el numero de personas, ya de avanzada edad, no aseguradas que participaban de esa economía y cuya actividad contributiva y laboral, al llegar a los 65, no había sido contemplada quedándose desprotegidas. A estas situaciones de desprotección habría que añadir los colectivos inasegurables e inmersos en situaciones de pobreza. Que eran muchos y no protegidos todavía por las modernas leyes de Rentas Básicas. Por otro lado, la crisis de los años 70 desencadenó un desempleo salvaje y un exilio obligado de cotizantes de la Seguridad Social, la cual entró en crisis al incrementarse también el número de personas a las que había que proteger. De ahí que surgiera la necesidad de ocuparse de ese gran grupo de población que previamente había sido expulsada, de manera activa y pasiva, de las opciones de participar de las pensiones del nivel contributivo. Y eso funcionó durante años. Pero la situación hoy requiere una urgente y drástica revisión. Por varias razones. Porque es inexcusable una plena convergencia con los modelos europeos de pensiones mínimas. Y es que en España el gasto público por habitante en protección social es el más bajo de la EU15 después de Portugal. Porque es injusto que estas pensiones de tercera categoría estén muy por debajo del SMI e incluso de las rentas de pobres, es decir de los denominados ingresos de inserción o Rentas Básicas que tienen activadas las comunidades autónomas. Es urgente su revisión porque estas pensiones, con la actual normativa, no se incrementarán más allá de los límites de la vergüenza. Y es que este grupo social de desprotegidos no podrá ver aumentada su pensión porque una perversidad de estas prestaciones es que son incompatibles, su cobro, con otras pensiones asistenciales o con los Subsidios de Garantía de Ingresos Mínimos (la Renta Básica) u otras ayudas sociales. ¿Cómo se puede entender que cualquier ciudadano, entre 25 y 65 años sin recursos económicos, tenga hoy reconocido su derecho a exigir una Renta Básica cuyo importe puede alcanzar los 561 euros mensuales y a este colectivo se le condene a “cobrar” 336,3 euros? Este enorme agravio comparativo, que se produce con casi 500.000 ciudadanos del Estado, se explica, que no se justifica, dado el enmarañado y discrecional sistema de protección social español, un sistema complejo, desproporcionado, diverso, engorroso, burocratizado y absolutamente contradictorio. Y finalmente, es urgente porque su revisión no supone tanto dinero, pese a que se diga lo contrario. En el conjunto del reino de España este gasto se eleva a 2.500 millones de euros anuales. Durante 2008, los cinco grandes bancos españoles ganaron cada día 40 millones de euros, la deuda de los clubes de fútbol de 1ª División con Hacienda es de 627 millones de euros, pese a todo, los clubes de fútbol se gastarán este año en fichajes casi 3.000 millones de euros. Ustedes mismos. Paco Roda. Historiador y Trabajador Social
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